Coronavirus
Mobile: fuera de cobertura por el coronavirus
La organización se plantea su cancelación Otras cuatro grandes empresas, Facebook, Intel, Cisco y Vivo, anunciaron ayer su baja del MWC, por lo que se decidirá el viernes si sigue adelante. «A día de hoy no hay ninguna razón de salud pública para que no se celebre», defendió el ministro de Sanidad
En el recinto de la Fira de Barcelona los operarios continúan con el montaje del Mobile World Congress (MWC) como si con ello pudiesen ahuyentar los malos presagios. La cascada de bajas de grandes multinacionales tecnológicas por la crisis sanitaria internacional del coronavirus ha provocado que la posible cancelación del evento adquiera, cada día que pasa, más visos de certeza. La propia organizadora, GSMA, anunció ayer que su consejo general se reunirá el viernes para valorar la situación y decidir si, finalmente, sigue adelante en las fechas previstas –del 24 al 27 de febrero–, lo cancela o bien lo aplaza. Esta reunión estaba agendada desde hace tiempo. Cada año se celebra la misma unos días antes de la inauguración, pero desde la organización admitieron que en el orden del día se tratará este asunto que tiene en vilo a la capital catalana. No debe perderse de vista que el Mobile dejaría casi 500 millones de euros en la ciudad. De ahí que tanto GSMA, como Ayuntamiento y Generalitat, estén cerrando filas para defender su celebración y aseguren que seguirá adelante pese a todo.
Pero el mismo día de ayer otras tres grandes compañías norteamericanas, Facebook, Intel y Cisco, avisaron de que ellas también se borraban de la lista de participantes. Y otra china, Vivo. El «no» de la compañía de Zuckerberg, no obstante, podría ser la estocada final al Mobile. En las últimas ediciones, GSMA lo ha presentado como el plato fuerte por su capacidad para atraer a estrellas tecnológicas de la web más allá de operadores y fabricantes de móviles. La compañía coreana LG fue la primera en anunciar el 4 de febrero que no acudiría y la que inició el efecto dominó: le siguieron Ericsson, Sony, Nvidia, Amazon, NTT Docomo, Umidigi y Gigaset. Más las cuatro grandes de ayer y otras pequeñas con una presencia más testimonial en el evento. Por su parte, Samsung confirmó el lunes que acudiría, al igual que otros gigantes como Xiaomi y Huawei. Para garantizar que cumplen con las medidas de la organización para prevenir los contagios por coronavirus –esto es, certificar, bien con el pasaporte, bien con un informe médico, que han estado fuera de China 14 días antes del inicio del Mobile–, las dos firmas ya han enviado a sus empleados y directivos a Barcelona, que están en cuarentena en hoteles. El Grupo Orange también confirmó su asistencia al MWC, asegurando, eso sí, que sigue «muy de cerca» la situación generada con el coronavirus, teniendo en cuenta que son prioritarias la salud y la seguridad de sus empleados. Falta todavía por saber si las otras tres grandes tecnológicas europeas, Vodafone, BT, y Telefónica, siguen el mismo camino o prefieren ser cautos ante la expansión de un virus que ya ha sobrepasado el millar de víctimas.
Entre tanto, Barcelona contiene la respiración. La influencia del evento sobre la capital catalana está fuera de toda duda. Congrega a 110.000 personas provenientes de 200 países, 160 delegaciones gubernamentales, y tiene un impacto económico de casi 500 millones de euros. Pero más allá de las cifras propias del congreso, el evento ha generado un ecosistema propio que engloba al sector hotelero, al de la restauración, el ocio y los transportes. Baste un par ejemplos para cuantificar el impacto que tiene: un asistente al Mobile puede llegar a gastarse 10.000 euros en el alojamiento y más de 300 diarios en restaurantes.
Los sectores afectados ya están empezando a hacer cuentas de lo que supondría que la gran feria tecnológica no llegara a celebrarse. El Gremio de Hoteles de Barcelona indicó la semana pasada que tenía 28.000 habitaciones reservadas, una cifra similar a la del año anterior, pero no ha cuantificado aún cómo están afectando las recientes anulaciones de las empresas que han cancelado. Por su parte, el director del Gremio de Restauración de Barcelona, Roger Pallarols, expuso que tienen «algunas cancelaciones» de reservas en restaurantes, aunque tampoco las ha podido cifrar. En el caso de los transportes, el vicepresidente de Luxury VTC , Sergi Alegre, valoró que el MWC es el «punto de partida» de la temporada desde 2006, año en que el salón empezó a celebrarse en Barcelona. A este respecto, lamentó que si el salón cancela tendrá «un impacto brutal» para el sector, y que si tira adelante ya no registrarán los resultados de años anteriores.
Cierre de filas
Las autoridades, conscientes de que la cita que tanto dinero aportaría a Cataluña pende de un hilo, se esfuerzan en transmitir una imagen de seguridad. Ayer, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, declaró que «a día de hoy no hay ninguna razón de salud pública para que el Mobile no se celebre». La Generalitat también está haciendo su trabajo. Ayer, la consejera de Salud, Alba Vergés, inició una ronda de reuniones con los cónsules acreditados a Barcelona para explicarles las medidas previstas frente al coronavirus e intentar calmarles. Y aunque lo cierto es que GSMA está extremando las medidas de precaución, como el exigir a los ciudadanos chinos una cuarentena preventiva de dos semanas o controles de temperatura corporal a todos los asistentes, parece que cada vez más empresas desconfían de que puedan llegar a ser del todo efectivas. Para los dudosos, ayer el consejero de Políticas Digitales de la Generalitat, Jordi Puigneró, volvió a repetir que «estamos preparados para organizar el congreso y actuar ante cualquier sospecha de contagio». Aunque, realista, admitió que «no descartamos alguna baja más».
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