Coronavirus
Coronavirus: Cómo la cuarentena se ha convertido en una represión sexual
El miedo al contagio y la tensión y estrés por la actual hacen que las relaciones íntimas pasen a un segundo plano
La información del coronavirus está en todas partes. En casa, con la familia, con los hijos, la radio, la televisión, las páginas web. Son todo noticias preocupantes, cualquier persona con la que hables tiene un familiar, amigo o conocido que está infectado. La psicosis por evitar la enfermedad está provocando problemas cutáneos por lavarse tanto las manos.... Y es estrés que genera todo esto.
Cuando Pedro Sánchez decretó el estado de alarma hace 10 días parecía que era un buen momento para estar en familia o en pareja, pero en realidad ha supuesto un distanciamiento o desaparición de las relaciones íntimas. Además, del estrés generado por la situación, también está el miedo al contagio. Puede ser que no tengas síntomas pero seas portador del virus.
“Hoy un paciente me preguntó si podía mantener relaciones sexuales con su pareja, con todo lo que significa esa pregunta dentro de un consultorio psicoanalítico. Pero hoy el contexto es otro y la pregunta pasa por una situación angustiante producto de algo externo que está padeciendo el mundo”, relata la psicoanalista Gabriela Goldstein al diario “Clarín”, que cree que “involuntariamente estamos, de alguna manera,viviendo una represión sexual”.
Para el psicoanalista Andrés Rascovky “el sexo es un tema que no está en un primer plano. Qué paradoja, no, estamos aterrados y no se produce un clima que invite al amor. Creo que por la angustia reinante, se está produciendo una abstinencia generalizada”.
En opinión de Rascovsky, “la cuarentena nos fuerza a estar más con el otro o la otra y esa situación casi que obliga a buscar más tiempo para compartir sexualmente. Pero insisto, si bien es una oportunidad que ofrece esta pandemia, la cabeza juega su partido aparte y a veces el erotismo no se hace presente”.
Y es que el miedo al contagio lleva a la persona a los sentimientos más primarios y nos llevan a pensar que “no podemos entrar en contacto con otra persona por temor al contagio”, añade Goldstein.
Eso, en lo que afecta a las parejas estables porque el resto de relaciones están totalmente “cerradas” hasta el fin del estado de alarma. Así, estos dos psicoanalistas afirman que es momento para relaciones sexuales de otro nivel, como conversaciones eróticas, intercambio de imágenes íntimas, juegos sexuales por internet o WhatsApp. Esto es válido para parejas estables que viven en dos domicilios distintos y para otros que buscan relaciones ocasionales.
También queda la satisfacción autopersonal, que en estos días debería aumentar exponencialmente por el encierro y por la facilidad de acceso a contenidos eróticos desde cualquier dispositivo con conexión a internet, aunque los expertos explican que es probable que la necesidad sexual de los individuos se reduzcan durante estos días. “Se incrementará autosatisfacción en los hombres mayorespara confirmar que todavía funciona. En cambio, las mujeres están menos expuestas, tiene otro tipos de necesidades, lo que le neutraliza la angustia”, afirman.
Una de las consecuencias de este encierro es que las parejas que ya tenían problemas íntimos antes de la pandemia, vean cómo se acrecientan al aumentar el periodo de convivencia.
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