Cargando...

Sociedad

Ciencia contra maleficio

Sintomáticamente, en los países donde ha castigado más el Covid-19 es donde la inversión en I+D es menor. Por contra, España es de todos los miembros de la UE el que más cree que la ciencia es clave para una vida mejor

Ciencia contra maleficio José Maluenda

Uno de los gráficos que mejor explica el papel de la ciencia y su contribución a la seguridad de las personas es el del número de muertos por la acción fulminante de un rayo, un mero accidente atmosférico, aunque para más de uno era un designio divino, incluso el castigo de Zeus a los hombres que no acataban sus mandamientos. En EE UU, en 1900 morían seis personas por cada 100.000 habitantes; uno en 1960 y ninguno ahora. Por más que se diga «qué te parta un rayo», sólo la urbanización de las ciudades y un sistema de atracción de esta energía eléctrica a través de un artefacto con punta de cobre que luego sería derivada a la tierra, donde no haría daño a nadie, evitó la muerte de miles de personas y, de paso, que la ociosidad de los dioses se dirigiese a menesteres menos dañinos. Estos días en plena pandemia por el Covid-19 se ha llegado a decir que en el futuro nada volverá a ser igual, que entramos en una nueva era. Esperemos que sea para mejor. Los científicos, más modestos en sus predicciones, creen, por contra, que todo seguirá más o menos igual, que nada indica que haya un cambio en el paradigma científico –entiéndase Galileo, Newton, Enstein, estructura del ADN–, que la aparición de un anticuerpo solidario masivo no es suficiente para enfrentarse a los problemas sanitarios del futuro. Convendría, añaden, que, además de ver maleficios en la implantación masiva del coronavirus en Italia y España, se echara un vistazo a la inversión en investigación (I+D) en ambos países: de los más bajos entre los desarrollados. Por contra, en nuestro país existe una admiración por el papel que la ciencia, la tecnología y la investigación ocupa para facilitar una vida mejor, que es inversamente prcoporcional al gasto público en estas materias. Alemania, con una inversión ejemplar, es más escéptica sobre los beneficios de la ciencia para una vida mejor. España es el país de la UE que cree que la ciencia es buena para la vida. Casi un 20% de las ciudadanos prefieren aumentar las inversiones públicas en I+D, incluso frente a otras prioridades del bienestar social. No olvidemos que sólo el 0,9% de la población activa desarrolla un trabajo que tenga que ver con la investigación.

Cargando...