Salud
“Una bacteria carnívora hizo que mi cesárea explotara días después de dar a luz”
Una mujer tuvo que ser operada de urgencia tras sufrir una infección que corroe la piel, los músculos y la grasa
La británica Deanna Hirrell, de 26 años, dio la bienvenida a su primer hijo Kalub en febrero de 2019 a través de una cesárea. Al ser una madre primeriza, pensó que muchos de los síntomas que tuvo en los días posteriores eran normales pero en realidad lo que hacía su cuerpo era alertar de que algo no iba bien.
Dos días después de dar a luz, notó como se le abría la cicatriz de la parte baja de su vientre mientras se daba una ducha. Según explicó Deanna. avisó a su partera pero le dijo que no le pasaba nada y que se acostara para descansar. Pero algo no iba bien y Deana comenzó a percibir un fuerte olor, una especie de “olor a muerte”, según describió después.
Inmediatamente se trasladó al hospital, donde los médicos confirmaron sus temores. Sufría una fascitis necrosante, que había hecho explotar su cesárea y que había sido provocada por una infección potencialmente mortal que corroe la piel, los músculos y la grasa.
La infección había avanzado mucho y los cirujanos se vieron obligados a hacerle una incisión de 16 centímetros de profundidad para extraer todo el tejido enfermo y salvarle la vida, lo que precisó una reparación de la herida con 27 puntos de sutura.
La experiencia ha traumatizado a esta joven de Leicester, que ha decidido no tener más hijos: “Estaba destinado a ser el mejor momento de mi vida. Iba a ser mamá. Pero me destruyó por completo y ahora lloro todos los días. “Cuando se abrió de par en par la cicatriz, todo estaba lleno de sangre y el olor era terrible. Era como el olor de la muerte”.
Todavía no sabe cómo se infectó ni donde entró en contacto con la bacteria carnívora que provocó la infección. “Los médicos no saben qué causó la fascitis necrosante, pero me dijeron que si no llego a ir al hospital cuando lo hice podría haber muerto.
Deanna dio a luz en el Leicester Royal Hospital y al día siguiente la enviaron a casa. Ella estaba “completamente agotada” pero asumió que esa era una de las muchas cosas de la maternidad que nadie cuenta y que son comunes a todos. “Atribuí el dolor al cansancio. Era la primera vez que tenía un bebé, así que realmente no sabía qué me estaba pasando”.
Cuando se metió en la ducha al día siguiente, se le abrió la cicatriz y con una herida de 4 centímetros, que comenzó a sangrar y a supurar. Pero decidió esperar. Durante los días siguientes, Deanna se quedó en la cama y no pudo cuidar de su bebé.
Sin embargo, su pareja Mark Wilson, de 30 años, vio que la situación no era normal y decidió llevarla al cuando su cesárea comenzó a gotear. Tras de ser diagnosticada con fascitis necrosante, Deanna fue operada de urgencia y permaneció ingresada durante una semana.
La paciente está totalmente recuperada físicamente, pero anímicamente está hundida y no quiere tener más hijos. “Realmente ha arruinado mi confianza”, concluyó.
✕
Accede a tu cuenta para comentar