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Los perfiles profesionales que nos deja la Covid-19

La VIU ofrece a los profesionales sanitarios mejorar la capacidad de gestión y planificación

Imagen de archivo de una de las formaciones impartidas por la Universidad Internacional de Valencia (VIU)
Imagen de archivo de una de las formaciones impartidas por la Universidad Internacional de Valencia (VIU)VIULa Razón

En 2015, la epidemia del Ébola causó más de 10.000 muertos en todo el mundo, un hecho que evidenció que el sistema sanitario mundial no estaba preparado para sufrir una situación pandémica de estas características. Desde entonces, han sido diferentes expertos los que auguraban que la próxima gran catástrofe mundial vendría como resultado de un virus altamente infeccioso que se propagaría rápidamente y contra el cual no estaríamos listos para luchar. Precisamente, este año 2020, ha sido en el que todas esas suposiciones se han convertido en realidad y situaciones tan remotas como ver a países enteros confinados se han hecho tangibles.

La crisis derivada de la Covid-19, que ha impactado directamente en la salud de la población, ha remarcado las necesidades de los sistemas sanitarios de cada país. En el caso de España, nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS), ha sido reconocido internacionalmente en repetidas ocasiones como un modelo ejemplar que garantiza la equidad y la calidad de sus servicios gracias a la labor de profesionales altamente cualificados. Sin embargo, la pandemia ha demostrado que el sistema sanitario presenta posibilidades de mejora, necesarias atender si queremos ser referente en la medicina mundial.

En opinión de Ana Pellín Carcelén, directora de Área de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), «la situación actual ha evidenciado las carencias de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS). Problemas como la atención a los mayores, la necesidad de establecer equipos multidisciplinares en la atención primaria, o el escaso desarrollo e implantación de la Ley General de Salud Pública son debilidades que necesariamente hay que mejorar. Otra evidencia que nos ha dejado esta crisis es el avance de la telemedicina y el establecimiento de muchas otras tecnologías en el ámbito sanitario».

En este sentido, la Covid-19 está actuando como acelerador del cambio. En pocos meses, esta situación ha remarcado la necesidad de incorporar ciertos perfiles profesionales que ya se venían demandado en los últimos años y que fortalecerían en gran medida nuestra sanidad. Este es el caso del rol de gestor y director que conjugue las capacidades propias de un puesto de administración con el conocimiento de las demandas de un centro sanitario. Es decir, se ha detectado un «gap» entre gestión y salud que hasta el momento no había supuesto controversias, pero que con una emergencia sanitaria de tal magnitud ha generado una falta de comunicación entre ambas áreas que un perfil de estas características ayudaría a solventar. De esta manera, la formación especializada en este campo abriría nuevas posibilidades laborales a trabajadores de la sanidad. Así, titulaciones como el Máster Universitario en Dirección Sanitaria y Gestión Clínica, que se imparte en la VIU, en colaboración con la patronal de la sanidad privada (ASPE), ofrecen a profesionales sanitarios con experiencia la oportunidad de mejorar su capacidad de gestión y planificación en los centros de salud, así como en unidades sanitarias, en pro de un sistema más sostenible y eficiente.

En este último punto, la bioinformática se postula como una herramienta clave para avanzar en el estudio y comprensión del funcionamiento de los fenómenos biológicos, con el fin de buscar nuevas oportunidades en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. La gran complejidad exige contar con profesionales especializados en la interpretación, gestión y utilización de toda esta información se ha convertido en una necesidad. De ahí, que Universidades como VIU hayan decidido incorporar a su oferta formativa un Máster Universitario en Bioinformática en el cual se forma a expertos en el proceso íntegro de trabajo (búsqueda, tratamiento, integración y análisis de la información) que a su vez adquieran las técnicas para el desarrollo de nuevas estrategias y sistemas que permitan abordar proyectos y problemas complejos en cualquier ámbito. Los avances en bioinformática en los últimos cuatro años se han incrementado considerablemente y está previsto que sigan haciéndolo. La inversión en recursos hacia este sector nos situaría un paso por delante para tener una mayor capacidad de reacción ante cualquier amenaza.

La salud mental cobra importancia. Del mismo modo que los científicos y sanitarios han sido un pilar fundamental en la lucha contra el virus, otro elemento clave es la atención a nuestros mayores, niños y adolescentes. Ellos son los que más han sufrido con el confinamiento,

Tanto la Plataforma de Asociaciones de Psiquiatría y Psicología de la Infancia y Adolescencia, el Consejo de Psicología de España, como la Confederación de Salud Mental de España, han alertado sobre el impacto que la pandemia y el confinamiento puede tener en la salud mental de la población. Según los expertos, uno de cada cuatro niños que han sufrido aislamiento por Covid-19 presentan síntomas depresivos o ansiedad. Por ello, profesionales que cuenten con esa formación, como la que ofrece el Máster Universitario en Psicología en la Infancia y Adolescencia de VIU, cada vez adquieren mayor relevancia. La VIU, adelantándose a las demandas de una sociedad envejecida como la española, ofrece el Máster Universitario en Gerontología y Atención Centrada en la Persona.