La ciencia española rechaza a la rusa

La ciencia española, representada por Crue Universidades Españolas, la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce) y la Federación de Asociaciones Científico Médicas Españolas (Facme), se sumó ayer al apoyo a la población ucraniana y a su comunidad científica y han pedido al Gobierno que si existiera cooperación científica española con instituciones estatales de Rusia se congelen con efecto inmediato hasta nuevo aviso.

Las tres entidades señalan que son conscientes de que muchos proyectos científicos se verán afectados por esta recomendación, pero han mostrado también su solidaridad con los científicos rusos que expresan su consternación ante la invasión de Ucrania.

Estas instituciones consideran la agresión rusa como un «ataque a los valores de la libertad y la democracia, fundamentos de la libertad en la investigación y de las oportunidades de cooperación académica internacional».

Así pues, proponen al Gobierno afianzar y proteger la relación con la comunidad científica ucraniana, así como la promoción de proyectos de investigación bilaterales y aquellos que implican el desarrollo y la explotación de infraestructuras científicas.

De la misma forma, sugieren «ofrecer programas de acogida a investigadores ucranianos que se vean forzados a abandonar su país».

Esta petición coincide en el día en que se da a conocer el dato de que ocho de cada diez investigadores españoles emigrados, con una edad media de 35 años, volvería a España pero sólo una cuarta parte de ellos (24%) conoce realmente las oportunidades que ofrece el país para retornar.

Además, mientras que los centros de investigación y empresas creen que las medidas de conciliación y los beneficios sociales no son aspectos especialmente atractivos para atraer talento, los científicos las consideran un motivo importante para regresar, sobre todo las mujeres.