El feminismo toma Valladolid a grito de “igualdad frente al negacionismo”

Cerca de cuatro mil personas, según han indicado a Efe fuentes policiales, han teñido de morado este martes las céntricas calles de Valladolid en la celebración del Día Internacional de la Mujer, donde los asistentes a la manifestación del 8M han lanzado mensajes a favor de la igualdad entre hombres y mujeres frente a las posturas que niegan la violencia machista.

Media hora antes de comenzar el recorrido por la ciudad del Pisuerga, los asistentes, la mayoría mujeres, han comenzado a reunirse en el punto de inicio de la manifestación, la plaza de Fuente Dorada, donde los cánticos no han tardado en hacer acto de presencia: “Ni un paso atrás. Por nuestros derechos”, han clamado las reunidas.

Precisamente, antes de iniciarse el recorrido, la activista y portavoz de la Coordinadora de Mujeres, Nina Infante, ha indicado a los medios de información que las feministas no van a tolerar “ni un solo retroceso” en los derechos de las mujeres y ha alertado de que están “muy vigilantes” por lo que pueda pasar en Castilla y León si finalmente se consuma un pacto de gobierno entre PP y Vox y su posicionamiento “radical y negacionista con los derechos de las mujeres”.

Con una temperatura agradable y sin lluvia, los asistentes han portado pancartas como “No somos histéricas, somos históricas” o en recuerdo de las que ‘salieron a bailar y nunca volvieron’, al tiempo que han reivindicado que quieren ir ‘solas y borrachas y llegar a casa’.

Otra de las principales proclamas de este 8M ha sido la lucha por la abolición de la prostitución en España, ya que ‘el feminismo es abolicionista’, como se podía leer en otra pancarta.

En este sentido, Infante ha pedido apostar por la educación como la base para acabar con la prostitución y la trata de mujeres en España, al tiempo que ha apuntado a otras de las desigualdades a las que se enfrentan, como son la brecha salarial de más del 21% o en las pensiones, de más del 40% .

Finalmente, desde la Coordinadora de Mujeres han reivindicado los Derechos Humanos, de ahí que hayan defendido la “cultura de la paz”, ya que las guerras “agravan la desigualdad y suponen un retroceso de los logros, especialmente de las mujeres y niños, han indicado en el manifiesto difundido.