Juicio

Los familiares del Alvia: «Ocultan la verdad»

Alta tensión en la primera jornada del juicio en Santiago: golpeado el exresponsable de Adif y enfrentamientos entre la magistrada y los letrados

La primera sesión del juicio por el accidente del Alvia en el barrio compostelano de Angrois, ocurrido el 24 de julio de 2013 y en el que murieron 80 personas y hubo casi centenar y medio de heridos, vivió momentos de alta tensión entre los letrados de las partes y por parte de los familiares de las víctimas. De hecho, el padre de una de ellas agredió al ex alto cargo de Adif Andrés Cortabitarte, que es junto al maquinista, Francisco José Garzón, uno de los dos acusados en el juicio iniciado ayer en Santiago. Al abandonar el edificio judicial habilitado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) Cortabitarte recibió un golpe, tras el que pareció sufrir un desvanecimiento. Los policías nacionales que lo custodiaban lo apoyaron contra un furgón para comprobar el estado del exresponsable de Seguridad de Adif, que luego se subió a un coche mientras los agentes tomaban declaración al hombre que le había propinado el golpe.

Minutos antes de la agresión, Cortabitarte advirtió de que no iba a pronunciarse sobre el juicio con una única declaración: «En 10 años no he hablado y no voy a hablar nunca».

Francisco José Garzón Amo, el maquinista, se encontraba «nervioso» y «preocupado», según su abogado, Manuel Prieto, que confió en que los cuatro años de cárcel que le piden nunca lleguen a ser tales: «Esperemos que esa pena no llegue a producirse y que se sepa toda la verdad».

Llamada telefónica

El abogado ahondó en el mensaje de que todo empieza, «no por una llamada telefónica», la que recibe Garzón Amo del interventor de a bordo y que provocó su despiste; y sí, en cambio, por la puesta en servicio de una línea «carente de seguridad. Faltaban señales y balizas», aseguró, y consideró que con esas medidas hoy ese siniestro no se hubiera producido: «Los humanos cometemos errores», hizo hincapié Prieto, pero remarcó que el desencadenante no lo fue.

En las inmediaciones de las puertas que daban entrada al edificio que acogerá esta vista durante nueve meses, socios de la Plataforma de Víctimas Alvia 04155 ya estaban apostados. En sus declaraciones a la prensa expresaron «muchísimo dolor y rabia», por que en el banquillo no estén sentados «responsables políticos». Volvieron a arremeter contra Adif, el gestor de infraestructuras ferroviarias, al que acusaron de «entorpecimiento», por creer que suya es la responsabilidad.

Jesús Domínguez, portavoz de la Plataforma, recordó la «engorrosa» investigación, en la que hubo cambio de jueces y continuas alteraciones de las imputaciones. «Refleja muy bien lo que hemos pasado y hemos sufrido en estos últimos nueve años. Garzón ha dado la cara y ha pedido perdón y Cortabitarte ha hecho lo que han hecho el Ministerio y Adif, ocultarse y ocultar la verdad».

El arranque de la sesión también se vio marcado por las protestas de muchos de los letrados ante las decisiones de la jueza María Elena Fernández Currás respecto a determinadas cuestiones procesales, como la emisión en directo del juicio, el orden de las testificales o la disposición y presencia de los abogados en la sala de vistas.

Desde la Abogacía del Estado solicitaron, por ejemplo, la presencia de más de un letrado. «Yo también querría tener un juez de apoyo o dos», les respondió la magistrada, que no admitió debate en esta cuestión.

Otro de los escollos del juicio ha sido la retransmisión en directo de la acción penal. Varios abogados que representan a las víctimas protestaron porque podría «afectar o condicionar las declaraciones de los peritos y de los testigos». La magistrada les respondió que «ya declararon casi todos en instrucción, ya se sabe qué van a decir. No se vulnera el derecho de ninguna de las partes ni tampoco el de las víctimas». La jueza Fernández Currás se sorprendió por el aluvión de alegaciones con las que se ha encontrado y llegó a decir que por esa senda «no acabamos en años».

Tras casi cuatro horas de debate de las cuestiones previas, al abogado de Renfe, Juan José Delgado, que intentó pedir nuevos informes médicos y solicitar otras declaraciones de peritos, le contestó que «no acabamos en años como empecemos con informes, contrainformes...». Antes ya se había pronunciado Currás en el mismo sentido, con frases como «entonces nos ponemos en 2025».

La jueza ya había rechazado además hacer un viaje como el que hizo el Alvia siniestrado en la cabina con un maquinista. «No tendría ningún sentido», espetó. Esta prueba la pedía la defensa de Francisco José Garzón Amo.

La magistrada advirtió al abogado del Estado, Javier Suárez, que se encarga de la defensa de Adif, que no podía ser a la vez acusación e ir contra Garzón Amo, por lo que tumbó su intentona y le indicó que debía posicionarse.

Antes de dar por finalizada la sesión, la jueza eximió a los dos acusados de tener que estar presentes en el banquillo una vez que presten declaración. El maquinista lo hará hoy y mañana le tocará el turno al alto cargo de Adif cuando ocurrió el accidente.