El Rey Felipe VI, durante su visita de Estado a Alemania, quiso visibilizar el papel de los científicos españoles en este país. Estos perfiles cualificados que emigran representan uno de los perfiles de la colectividad española en el país germano. Entre las muchas oportunidades laborales o de estudio que brinda Alemania se encuentra el Instituto Fritz Haber de la Sociedad Max Planck.
Allí se escucha español. Aunque el inglés es la principal lengua en la divulgación científica mundial, a día de hoy la directora de uno de sus departamentos es española. En una entrevista con LA RAZÓN, explica que, a diferencia de en España, en Alemania se trabaja «a largo plazo». «Tengo financiación para mis investigaciones hasta que me jubile», describe Beatriz Roldán Cueña (Oviedo, 1976). Es la primera mujer que dirige un departamento de este prestigioso Instituto desde 2017 y trabaja en ciencia de superficies y catálisis y, concretamente en un proyecto sobre conversión de CO2 en combustibles fósiles y el hidrógeno verde.
Según manifestó antes de recibir al Rey en las instalaciones de estos institutos independientes, que cuentan con total autonomía en la selección y dirección de los proyectos, la financiación a largo plazo «nos permite investigar en problemas difíciles, en cosas que no se resuelven fácilmente». «Es España formamos muy bien a la gente, pero luego los perdemos. A mí me gustaría haber vuelto, pero si no me renuevan es imposible»; explica al preguntarle por la situación de los científicos en España en comparación con Alemania. Más de 2.000 científicos españoles trabajan en el país germano, muchos de ellos instalados tras la crisis de 2008, cuando el talento buscó salida en el extranjero.
Beatriz Roldán, entusiasta de su trabajo, señala que ahora mismo tenemos dos problemas en nuestra sociedad. Uno es que tenemos que buscar energías alternativas y otro es el cambio climático. «En nuestro trabajo estamos intentando convertir el agua, que está compuesta de nitrógeno y oxígeno a través de un proceso electroquímico –que consiste en usar electricidad que se produce por energía renovable como la solar o el viento–».
En este proceso, las renovables juegan un papel clave y por eso, que, según la científica asturiana, nuestro país podría tener un papel clave en este proceso. «España tiene que invertir masivamente y muy rápido en construir células fotovoltaicas», que añade que «Alemania ya lo hizo pero estamos limitados porque no tenemos bastantes horas de sol».
La descarbonización del planeta es uno de los objetivos que se han marcado países de todo el mundo de cara a 2050. Si a ello le sumamos la dependencia del gas ruso, que ha dado un empujón a estas investigaciones, para la científica española no hay duda. «En España ahora mismo la mayor parte de la energía renovable viene del viento, pero tenemos un gran potencial con el sol». De manera irónica insiste en que nuestro país debe dejar de invertir en el sol para atraer turistas y apostar por el sol para producir hidrógeno verde. «Es una oportunidad para cambiar», sostiene.
Beatriz Roldán compagina su labor científica con su papel de madre. Ha criado «sola» a sus dos mellizos y explica que se los ha llevado a las conferencias que ha pronunciado alrededor del mundo cuando tan solo eran unos bebés. También se refiere al machismo en la Ciencia y reconoce que en Alemania hay hombres que a día de hoy les cuesta ser dirigidos por una mujer.