Cargando...

Salud mental

Las 8 frases que debes decir si no estás pasando por un buen momento

Una psicóloga asegura que no todas las personas tienen entornos laborales o sociales que favorezcan la expresión de emociones

Las 8 frases que debes decir si no estás pasando por un buen momento Pixabay

En los últimos años, se ha popularizado la frase: "Está bien no estar bien". Esta expresión refleja la creciente aceptación de la idea de compartir nuestras emociones difíciles cuando atravesamos tiempos complicados. Muchos de nosotros hemos experimentado alguna situación en la que respondemos "estoy bien", a pesar de que no lo estemos.

Este mismo fenómeno ocurre cuando alguien nos ha herido o ha cruzado un límite personal y, en lugar de expresarlo, simplemente decimos "está bien", con tal de evitar confrontaciones. Si bien esta expresión puede tener cabida en algunas situaciones (por ejemplo, cuando alguien se disculpa por un pequeño accidente), en muchas otras nos perjudica, ya que no estamos siendo sinceros con nosotros mismos ni con los demás.

La psicóloga clínica Isabelle Lanser, cofundadora de Cypress Mental Health, explica que la frase "está bien" surge en diversas circunstancias. "A veces no es el momento adecuado para hablar de lo que realmente está sucediendo en nuestra vida o puede que no nos sintamos cómodos con la persona con la que estamos hablando", señala Lanser.

La Dra. Vanessa Kennedy, directora de psicología en Driftwood Recovery, coincide con esta observación y añade que muchas veces resulta más sencillo decir "está bien" que entrar en detalles sobre lo que nos está afectando, especialmente cuando tememos abrir la puerta a un conflicto o a emociones difíciles. "Podemos sentir que otras personas no sabrán cómo manejar nuestras emociones o que no nos ofrecerán comentarios útiles, lo que nos lleva a guardarnos lo que realmente sentimos", afirma Kennedy.

Lanser señala que no todas las personas tienen entornos laborales o sociales que favorezcan la expresión de emociones. Sin embargo, afirma que podríamos sorprendernos de la cantidad de apoyo que recibiríamos si diéramos la oportunidad a otros para que nos muestren su apoyo.

Por su parte, Kennedy cree que ser transparente con nuestras emociones es, en la mayoría de los casos, más saludable para nuestra salud mental que guardar todo dentro. "A veces, simplemente hablar de lo que sentimos y tener a alguien que nos escuche es suficiente para empezar a resolver un problema", asegura.

8 frases que reemplazan el "está bien" y fomentan la honestidad emocional

Los expertos sugieren algunas alternativas a la frase "está bien" que pueden ayudarnos a expresar lo que realmente sentimos y establecer límites claros sin necesidad de recurrir a una respuesta evasiva:

  • "Estoy aguantando como puedo": Esta frase comunica que estamos atravesando una dificultad sin necesidad de entrar en detalles. Da pie a que la otra persona ofrezca su apoyo si lo desea.
  • "He tenido una semana bastante difícil": Esta expresión abre la puerta a que el interlocutor pregunte más, pero también permite que controlamos cuánto queremos compartir.
  • "He tenido problemas con algo recientemente y me preguntaba si podrías darme tu opinión al respecto": Indica que no estamos bien y que necesitamos retroalimentación específica de la otra persona.
  • "Me siento estresado/a, ansioso/a, molesto/a por…": Una forma directa de compartir lo que sentimos, invitando a la otra persona a ofrecer apoyo emocional.
  • "He estado bastante preocupado/a por…": Si no nos sentimos cómodos nombrando nuestras emociones exactas, esta frase permite invitar a otros a apoyar de una manera práctica o emocional.
  • "Últimamente no me siento bien": Una forma suave de abrir la conversación para recibir apoyo, sin la necesidad de dar detalles inmediatos.
  • "He estado mejor, ha ocurrido esto…": Esta frase permite explicar qué está sucediendo en nuestra vida y ofrece la oportunidad de conectar con la otra persona.
  • "Eso me dolió": Cuando alguien nos ha ofendido, en lugar de recurrir al "está bien", podemos ser más directos con nuestras emociones, estableciendo un límite claro sobre lo que nos afectó.