Medicina

«Au Revoir» a la homeopatía

El país vecino dejará de ser el paraíso de una industria que ha reportado pingües beneficios a sus protagonistas sin que los resultados hubiesen sido reseñables. Más bien todo lo contrario.

Industria homeopática en Francia
Industria homeopática en Francialarazon

El paraíso de la homeopatía en Europa tiene sus días contados. Francia dejará de financiar los productos homeopáticos en 2021. Así lo anunció hace unos días el gobierno de Emmanuel Macron tras recibir un contundente informe de una comisión especializada independiente que, tras varios trabajos que se han prolongado durante el último año, ha concluido en su informe que estos productos «no han demostrado científicamente una eficacia suficiente para justificar que sean «reembolsados» por la Sanidad francesa al paciente.

El fin de la financiación homeopática será progresivo. Actualmente y desde 1984, estos productos se reembolsan al 30%, el año que viene se reducirá al 15% y a partir del 1 de enero de 2021, los franceses deberán pagárselos ellos mismos. Esta financiación le costó al Estado 126,8 millones de euros el año pasado. El arraigo de la homeopatía en Francia, segundo país donde más se utilizan sólo por detrás de la India, es el argumento que ha provocado que no se cierre su financiación de un plumazo. Según un reciente sondeo, el 76% de los franceses admiten haber usado en alguna ocasión estos productos y el 74% considera que «son eficaces».

La Ministra de Salud, Agnès Buzyn, ordenó este estudio después de que, hace un año, comenzara a cuestionarse en Francia fuertemente la eficacia de la homeopatía, a raíz de una dura tribuna publicada por más de un centenar de médicos que criticaban las «promesas fantasiosas y la eficacia no probada de la homeopatía». El hecho, además, es que los denominados medicamentos homeopáticos gozaban de una anomalía: son los únicos que no habían tenido que someterse a ninguna prueba de eficacia desde tiempos de la Segunda Guerra Mundial, según recordó la Alta Autoridad de la Salud. Se hizo así, dice la ministra, con el fin de «desarrollar la industria» homeopática, que en Francia mueve cada año más de 600 millones de euros.