Un ex convicto rapta al bebé de 16 meses de su pareja

La localidad almeriense de Fiñana vive la Navidad más inquietante de su historia. El pasado jueves 20 de diciembre, una madre denunció que Jonathan M.G., de 25 años, se había llevado a la fuerza a su hija de 16 meses. Los hechos ocurrieron en un cortijo ubicado entre los términos municipales de Alboloduy, Nacimiento y Fiñana.

La noticia corrió como la pólvora. Jonathan, que no tiene ninguna relación de parentesco con la niña, era conocido en el municipio por su amplio historial delictivo. De hecho, según confirmó a este periódico el alcalde de Fiñana, Rafael Montes, ha cometido numerosos robos y ha cumplido condena en cárcel. «Jonathan vivió con una chica del pueblo durante un tiempo y tienen un hijo en común de unos tres años, del que nunca se ha hecho cargo», explicó.

La manera en la que han transcurrido los hechos hacen temer a todos los vecinos por el estado de salud de la niña. Jonathan y la madre de la menor se conocieron en Huelva hace tiempo y, al parecer, hace unos días –algunos vecinos hablan de menos de una semana– habían iniciado una relación sentimental. Según consta en la denuncia, el pasado jueves, la pareja se encontraba en un cortijo y, en un momento dado, el principal sospechoso cogió a la niña, la metió en el coche y se la llevó a la fuerza.

Nada más tener conocimiento de los hechos, la Guardia Civil activó un dispositivo de búsqueda con la Unidad Canina, Policía Científica, vehículos aéreos y agentes de paisano. Los más de 30 agentes movilizados no han parado de buscar a la niña día y noche. El puesto de la Guardia Civil de Fiñana lleva abierto ininterrumpidamente cerca de 72 horas, incluida la Nochebuena.

Los primeros rastreos, en los que participó la unidad canina, se centraron en el término municipal de Gérgal y los agentes cubrieron toda el área comprendida entre Abrucena, Abla, Fiñana y Gérgal. Mientras tanto, un helicóptero sobrevolaba la zona, para tratar de localizar el escondite del presunto secuestrador.

Coche localizado

Uno de los primeros lugares investigados fue la casa de los padres del joven, en Camino Real, una barriada de la localidad de Abrucena. Allí localizaron el coche con el que presuntamente se cometió el secuestro, que fue examinado centímetro a centímetro por la Policía Científica en busca de huellas. De forma paralela, se interrogó a los padres y se registró la vivienda, sin lograr ningún avance significativo. Tampoco la ex pareja de Jonathan logró aportar ningún dato relevante y en su casa no se localizó ningún rastro de la pequeña. Los agentes empapelaron las calles de Fiñana y de los municipios colindantes como Gérgal, Nacimiento y Abrucena con con la imagen de la ficha policial de Jonathan.

Las labores de rastreo no están siendo fáciles porque la zona dispone de muchos lugares en los que refugiarse. Rafael Montes explicó que «este chico, debido a su historial, conoce muy bien toda la zona. Además de ser alcalde, me dedico también al medioambiente y puedo confirmar que por aquí existen numerosas cuevas y cortijos en los que esconderse. Es una zona de montaña –a los pies de Sierra Nevada– en la que es muy fácil ocultarse».

La preocupación ha ido aumentando con el paso del tiempo. Las primeras 72 horas son claves para la resolución de estos casos y pasado ese tiempo, las posibilidades de supervivencia son cada vez menores. Por ello, el primer edil acude cada dos horas al puesto de la Guardia Civil para saber si hay alguna novedad. «Las temperaturas han bajado cinco o seis grados en las últimas horas. Lo normal es que haya 13 grados, pero ahora el termómetro no sube de cinco o seis. Además, por la noche caen aún más y se sitúan en uno o dos grados. Son temperaturas muy bajas para una niña de 16 meses. También nos preocupa mucho la alimentación. No sabemos si la está alimentando bien o no, aunque existe la posibilidad de que lo tuviera planeado y le esté dando todos los cuidados que necesita», indicó. La subdelegación del Gobierno en Almería informó ayer de que no se habían producido avances significativos.

A pesar de la similitud del caso con sucesos recientes como el de El Salobral o, incluso, el de los niños de Córdoba, el primer edil prefiere mantener la esperanza. «A diferencia con el caso de Albacete, este chico no es un amante de las armas y tampoco se caracteriza por ser una persona demasiado violenta. Aunque, bien es cierto que en los ámbitos en los que se ha movido ha podido tomar contacto con multitud de personas con estos perfiles», advirtió.

Todo lo que ha pasado es muy rocambolesco. No disponemos de toda la información porque el juez ha decretado el secreto del sumario, pero lo que estamos viviendo es rarísimo. Lo que más me preocupa es que todo acabe bien y que la niña presente un buen estado de salud. Para eso estamos trabajando», dijo.