Historia

Móstoles

Christian Gálvez: «Leonardo ha sido determinante en mi vida»

Christian Gálvez: «Leonardo ha sido determinante en mi vida»
Christian Gálvez: «Leonardo ha sido determinante en mi vida»larazon

Conocí a Christian Gálvez, hace unos cuantos años, cuando casi se estrenaba como presentador en un programa adolescente de Antena 3, llamado «Desesperado Club Social». Creo que no volví a coincidir con él hasta que, años después, saliendo de un evento, sin voz, por una mala afonía, un apuesto reportero de «Caiga quien Caiga» me dijo: «¿Sin voz? ¡Se me va a caer un mito de la radio!». No caí entonces en que aquel chico rubio, vestido de negro, era el mismo jovenzuelo al que había recibido años atrás en Onda Cero, al tiempo que a Kirá Miró, Víctor Serrano y Marta Suárez, sus compañeros de «reparto» en aquel programa, que era de los primeros en los que participaba Christian, aunque no su primera incursión mediática. Antes, a los 15 años, ya había debutado como actor episódico en «Médico de familia» («en el casting me preguntaron en qué era único, les interpreté un huevo frito ¡y les hizo tanta gracia que me cogieron!»), «La Casa de los líos» o «Al salir de clase»; pero fue a partir del mítico «Caiga quien Caiga» cuando empezó a forjarse como leyenda de la pequeña pantalla. El resto de su historia televisiva recorre «Pasapalabra» (donde se mantiene desde 2007) y otros programas que ha compatibilizado con el concurso estrella, como el reality show «Tony Manero», «Tú si que vales», «Supervivientes», «El reencuentro» y «Acorralados».

Podría decir que este chico no ha perdido el tiempo; pero casi creo que debería decir que tiene un clon, porque además ha encontrado horas para casarse y ser feliz con la gimnasta Almudena Cid («la conocí en el programa»), aprender inglés correctamente, empezar Filología, hacer nuevas incursiones en el mundo de la interpretación, protagonizar anuncios publicitarios, escribir tres libros, impartir conferencias y comenzar a colaborar como especialista de cine en una revista. «Ya tendrás hijos, ya», me dan ganas de decirle. Aunque me da a mí que ni la paternidad (la buena, porque seguro que encima será buen padre), frenará la actividad de este chico que se atreve con todo, con tal de ganar una apuesta: «No te voy a mentir. Es verdad que mi primer libro («Sin vergüenzas por el mundo»)fue por una apuesta con un cámara de "Caiga quien caiga", aquí en la sede de Espasa. Y lógicamente se publicó porque yo era televisivo». El caso es que el libro fue bien y la editorial no dudó en encargarle un segundo, «Que la historia te acompañe», en esta ocasión, de anécdotas de la historia: «Es que yo estudié Magisterio (aunque no lo terminó)y charlando conmigo se dieron cuenta de que soy un gran apasionado de la historia, así que...». Christian descubrió que también le gustaba escribir. Y que lo hacía bien. Por eso se decidió a escribir en serio y sin que nadie le marcara el tema. Y de ahí, la publicación hace pocos meses de «Tienes talento», un libro en el que se mezcla su vocación de «coacher» con su pasión por la figura de Leonardo. Y eso sin ser coacher, ni experto en Leonardo... «No soy «coacher» y lo dejo claro desde el principio; por eso cuando hablo de «coaching» no hablo de mí mismo como «coacher» sino que cito a mis referentes, como por ejemplo a Juan Carlos Cubeiro, para que lo que cuento tenga la credibilidad que tiene que tener».

Alguien podría tacharle de oportunista por aprovechar su tirón mediático, o de intrusista, por avanzar en un campo que no es estrictamente el suyo, pero él se defiende, «porque salgas en la tele no significa que tengas que vender mucho...Y en cuanto al intrusismo, creo que ya ha quedado claro que en este libro hay mucha preparación detrás. Lo que pasa es que en nuestro país tenemos un problema muy grande. Si nos cuentan que Tom Cruise, por ejemplo, produce, escribe, actúa, canta, baila y hace las escenas de riesgo decimos "qué pasada", pero si alguien refiriéndose a mí dice es un presentador que además da conferencias y escribe sobre Leonardo, pensamos "no puede ser". Lo mismo ha pasado con mi mujer: 21 años en gimnasia y cuando decide retirarse y reciclarse en actriz le dicen que "no puede ser"... Ha tardado cinco años en poder empezar, porque "no podía ser"... En España no creemos en la multidisciplina y tendemos a encasillar a los demás».

Me gusta este Christian tan seguro, con las ideas tan claras. El Christian que descubrió «de rebote» a Leonardo Da Vinci, se enamoró de él y se animó a relacionarlo con el «coaching» en su libro porque «el maestro italiano fue el experto en "coaching"del siglo XV». En «Tienes talento» mezcla la vida y obra del genio florentino con el «coach» de nuestro tiempo y ofrece además su propio ejemplo a modo de acicate, para ayudar al lector a crear la «marca personal» que mejor le defina y «venda» sus capacidades y aptitudes: «Leonardo ha sido determinante en mi vida. Tengo una biblioteca dedicada a él y de él he aprendido mucho (y sigo aprendiendo, porque estoy escribiendo ahora una novela histórica sobre él), y quería compartir parte de esas enseñanzas con el lector. Igual que Leonardo hace 500 años, quiero demostrar que todo el mundo tiene más de un talento y que el genio no nace, se hace».

Personal e intransferible

Christian Galvez nació en Móstoles (Madrid) en 1980, está casado con Almudena Cid y loco de amor por ella. No tiene hijos «de momento», aunque se ve que lo está deseando y si tuviera que irse a una isla desierta se llevaría a su Almudena del alma «y sería –dice– el nuevo paraíso». Es solidario, no cree en la suerte «creo que todo son estadísticas y posibilidades», se arrepiente «de muchas cosas que no hice en su momento y querría haber hecho», lee todo lo que cae en sus manos (Turienzo, Dan Bown, Frattini...) y si tuviera que ponerle a su vida una banda sonora original sería «heavy metal».Es disléxico, «como Leonardo», no tiene títulos académicos «porque me lo curré de otra manera y no creo en la "titulitis"sino en la pasión» y no mira lo que hacen los demás, porque «siempre digo: en vez de gastar ese tiempo en criticar lo bueno y malo de los demás, inviértelo en mejorar tú».