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El CSIC envía a Dinamarca muestras de un hombre de 7.000 años para hallar su ADN

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha enviado a Dinamarca los restos de un individuo del Mesolítico, hace 7.000 años, hallado en una cueva en León junto a otros restos de ese periodo, cuya investigación determinó que se trataba de uno de los primeros europeos, de ojos azules y piel oscura.

El CSIC espera que con la técnica que sólo se practica en el país nórdico se pueda secuenciar el extracto que se obtiene del hueso, que en el caso de este individuo tiene un "contenido de ADN muy bajo", según ha explicado en declaraciones a Efe uno de los investigadores del Consejo Superior que lleva este proyecto Carles Lalueza-Fox.

Se trata del individuo que fue denominado como "La Braña 2", que se encontraba en el interior de la cueva de La Braña-Arintero, en el municipio de Valdelugueros, junto a otro cuerpo, el de "La Braña 1", del que el CSIC sí pudo hallar, por primera vez en la historia, el mapa genético de un hombre del Mesolítico.

Aquella investigación, que publicó la revista "Nature"con una presentación a nivel mundial, desveló que se trataba de un hombre con un "fenotipo atípico", ya que presentaba ojos azules por ser un antepasado "afín"a las actuales poblaciones del norte de Europa, pero de piel morena por su base genética africana.

En segundo cuerpo, el de "La Braña 2", se encontraba en el interior de la misma cueva, pero sumergido en una poza, lo que, con el paso del tiempo, ha deteriorado su material genético, lo que impide que se le pueda aplicar la misma técnica que a "La Braña 1"para desvelar su mapa genómico completo.

Por eso, se ha optado por trasladar los restos a Dinamarca, donde se utiliza un método que ya se ha usado con restos de cuerpos del periodo del neolítico así como con momias peruanas del periodo inca, para "capturar todas las secuencias humanas y descartar las bacterianas del ambiente que hay en la muestra".

De esta forma, se pretende discriminar el material válido del que no lo es, mediante un proceso que podría prolongarse "dos o tres meses"y que será seguido de cerca por un investigador del CSIC que se ha desplazado a Dinamarca para conocer la técnica.

"Desde un punto de vista técnico es muy novedoso y es complicado. Está por ver qué mejora del material genético de La Braña 2 representa", ha señalado el investigador del CSIC que reconoce no obstante que hay "posibilidades de que no salga"ningún resultado positivo.

El CSIC, después de hallar el mapa genómico de aquel cazador recolector que vivió en León hace 7.000 años, insiste en el interés de lograr el mismo hito con el segundo cuerpo.

Entre tanto, y después de que España se adelantará en la carrera internacional por ser el primer país en desvelar el genoma de un hombre del periodo de Mesolítico, Lalueza-Fox ha afirmado que esos otros equipos investigadores podrían dar a conocer el resultado de sus análisis.

"Cuando tengamos, si es posible, a La Braña 2, habrá otros genomas mesolíticos circulando", ha señalado Lalueza-Fox.

El motivo del interés del CSIC por el análisis de estos restos radica en la voluntad de averiguar el parentesco, si existiera, entre "La Braña 1"y "La Braña 2"que, a pesar de haber sido hallados en el interior de la misma cueva a escasos metros de distancia, "no tiene por qué haber relación entre ellos".

Aunque las pruebas de carbono 14 han determinado que ambos restos datan del Mesolítico, un periodo de la historia del hombre encuadrado hace 7.000 años, la diferencia de tiempo entre ellos podría desvelar algún nuevo detalle a la investigación general sobre la estructura genómica de los primeros habitantes de Europa.