París

El hombre está al mismo nivel que anchoa en la cadena alimentaria

Es la primera vez que calculan el nivel trófico -un índice que determina la posición que ocupa una especie en la cadena alimentaria- de los humanos

El ser humano está al mismo nivel en la cadena alimentaria que animales como las anchoas, según un estudio del Instituto Francés de Investigación para la Exploración del Mar (Ifremer) divulgado hoy en París.

Es la primera vez que los científicos calculan el nivel trófico -un índice que determina la posición que ocupa una especie en la cadena alimentaria- de los seres humanos.

Según esta investigación, los hombres tienen un nivel trófico de 2,2, un valor cercano al de las anchoas y los cerdos, pero alejado del de los depredadores superiores como las orcas, con un nivel de 5,5.

Para realizar los cálculos, los investigadores han utilizado los datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sobre el consumo humano entre los años 1961 y 2009.

El estudio muestra diferencias geográficas y mientras que Burundi, con alimentación basada en un 97 % en plantas, es el país con el nivel trófico más bajo (2,04), Islandia obtiene el más alto (2,54) por su régimen carnívoro en más de un 50 %.

Este informe, cuyos autores aseguran que desmiente el tópico de que los humanos son un depredador superior, constata también que el nivel trófico humano ha aumentado un 3 % en los últimos 50 años.

Los investigadores alertan de que estos cambios en la forma de alimentarse ponen en riesgo "la durabilidad de la explotación de los recursos naturales", ya que cada paso a un nivel trófico superior implica la pérdida de un 90 % de la energía.

Los niveles tróficos sirven para entender mejor cómo funcionan los ecosistemas y representan el número de intermediarios entre los productores primarios (que tienen un valor fijado de 1) y su depredador.

Así, los vegetales pertenecen al primer nivel, los animales vegetarianos, como las vacas, al segundo, y los depredadores superiores, como las orcas y los osos polares, llegan al 5,5.