Investigación científica
Ser o no maligno
Descubren un interruptor que puede determinar si un adenoma se convierte en cáncer de pulmón.
¿Adenoma o adenocarcinoma? Esa es la cuestión... vital para mucho hombres y mujeres que se enfrentan al trance de saber si el tejido glandular inflamado y alterado que han encontrado en su pulmón es maligno o no. El adenocarcinoma de pulmón, una de las formas de cáncer más agresivas que existen, procede, precisamente de un estadio anterior en forma de adenoma. No todos los adenomas devienen en malignos, obviamente. Pero ¿qué es lo que hace que unos cuantos sí lo hagan? ¿Cuál es el triste juego de lotería al que juega el destino con estas células?
Un equipo de biólogos del Massachusetts Institute of Technology ha identificado ahora un interruptor químico que puede intervenir en el proceso de transición entre el adenoma y el adenocarcinoma. Al menos así lo hace en ratones, tal como publicaron ayer en la revista «Nature». Pero lo más importante es que se ha demostrado que bloqueando ese interruptor se puede ayudar a detener el desarrollo del cáncer de pulmón en las primeras etapas de evolución.
El proceso de malignidad comienza, según este estudio, cuando una pequeña porción de células en el tumor benigno comienzan a comportarse como células madre. De ese modo, se pueden reproducir de manera casi ilimitada. Las células madre parecen ser el motor de crecimiento del tumor. De hecho, generan una suerte de círculo vicioso casi imparable: su gran potencial de crecimiento se transmite a otras células cancerosas que, a su vez, generan más células madre.
Pero, ¿cómo han podido llegar los expertos del MIT a esta conclusión? El trabajo se centró en el papel de un marcador celular conocido como Wnt. Se trata de un grupo de vías de transducción de señales proteínicas. A través de ella una célula puede recibir señales químicas del exterior.
Pero esta puerta de entrada generalmente sólo se activa en el estado embrionario de una célula o en algunas células adultas muy específicas que sirven para regenerar tejidos dañados. De hecho, cuando esta vía Wnt está activa, la célula en cuestión permanece en estado de célula madre, no se diferencia. ¿Tendrá algo que ver con la proliferación de células madre del adenocarcinoma?
Para saberlo, los biólogos han utilizado ratones genéticamente modificados para desarrollar adenomas pulmonares. En esos ratones se descubrió que los adenomas no suelen tener activada la vía Wnt. Pero, cuando comienza a producirse la conversión del adenoma en carcinoma el 10% de las células «encienden» su vía apagada. Son esas células precisamente las que actúan como productoras de infinitas células cancerosas. En paralelo, entre un 30 y un 40% del resto de las células empiezan a modificarse para crear las condiciones necesarias para que una célula madre se desarrolle. Si se extrae una célula madre de esa especie de «cuna», rápidamente se diferencia y pierde sus propiedades reproductivas.
Es decir, las células del adenoma, en un momento determinado, se dividen en dos grupos: uno trabaja formando células cancerosas, el otro desarrolla un ambiente para que se trabajo sea «apacible y eficaz».
¿Qué hacer entonces? Los investigadores han introducido en los ratones una sustancia que detiene la actividad de la vía Wnt. En ese momento, el tumor deja de crecer.
En humanos, el proceso puede ser similar. El 70% de las células del adenocarcinoma de pulmón muestran señales de actividad Wnt. De manera que podría ser útil investigar con la aplicación de inhibidores de Wnt en las fases primeras del desarrollo de un cáncer.
Lo malo es que este tipo de medicamentos tiene efectos secundarios muy severos. Ahora es necesario estudiar nuevos tipos de aplicación de estas drogas de manera selectiva y segura. El siguiente paso será estudiar los inhibidores existentes para las docenas de proteínas que intervienen en la vía Wnt y ver si pueden ser aplicados a otros tipo de cáncer.
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