Mar de Barents

Una tercera parte de la superficie marciana estaba cubierta de agua

Un nuevo estudio de científicos americanos vuelve a señalar a la teoría de que Marte tuvo en el pasado un gran océano que ocupaba un tercio de la superficie del planeta. La autora principal del trabajo, Lorena Moscardelli, basa su teoría en que las enormes rocas existentes en el norte del planeta fueron movidas por deslizamientos de tierra ocurridos bajo una gran masa de agua. La idea de un océano en Marte ha sido objeto de acalorados debates entre los científicos durante los últimos 20 años, desde que imágenes de la sonda Viking revelaron posibles líneas costeras cerca de los polos. Hallazgos posteriores incluso sugirieron la existencia de un océano enorme -apodado Oceanus Borealis- que al igual que la teoría de Moscardelli, habría cubierto una tercera parte del planeta.

Actualmente se pueden ver grandes extensiones cubiertas de rocas de gran tamaño en parte de las llanuras del norte del planeta rojo. Algunos científicos han sugerido que podrían ser el producto de los impactos de meteoritos, pero para Moscardelli, no es una teoría apropiada. A su juicio, comparando características geológicas con la Tierra se puede comprobar que las rocas fueron depositadas a sus ubicaciones actuales por deslizamientos catastróficos de tierra submarina. "Sabemos que los deslizamientos de tierra submarinos pueden transportar grandes rocas -a veces tan grandes como una casa- durante cientos de kilómetros en el de aguas profundas de los océanos de la Tierra", ha apuntado.

Así, en su nuevo estudio, publicado por la 'Sociedad Geológica de América', documenta con demostraciones en 3D varios sitios donde se han producido estos acontecimientos como Arkansas, Argentina, o Brasil. Incluso demuestra que estos eventos bajo el agua pueden afectar a grandes áreas, como cuando un deslizamiento de tierras cubrió miles de kilómetros cuadrados en el Mar de Barents, al norte de Rusia, hace aproximadamente un millón de años. "Es posible que algunas de las rocas, sobre todo las que se encuentran cerca de los cráteres sean consecuencia de una colisión, pero ¿cómo se explica con los acantilados que pueden cubrir miles de kilómetros cuadrados sin cráteres de impacto alrededor?", se pregunta la geóloga, para quien su hipótesis "ofrece una alternativa viable". "Hay muchas hipótesis por ahí que todavía tienen que aprender mucho antes de que se pueda hablar con seguridad de cuál es la adecuada", reconoce Moscardelli, que, sin embargo, apunta a que su opinión "esta fundamentada sobre la base de observaciones técnicas". "Pero soy prudente y humilde al respecto porque puedo estar equivocada", ha añadido.