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Unos huesos de pollo confirman que Colón llegó antes que los polinesios

El análisis genético de huesos de pollo encontrados en la región del Pacífico indica que la migración desde Polinesia a América del Sur no ocurrió antes de la llegada de Cristobal Colón a tierras americanas, según un artículo que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

El análisis del ácido desoxirribonucleico se ha usado para estudiar los orígenes y la dispersión de los pollos ancestrales de Polinesia y con ello se ha reconstituido la historia de las migraciones de pueblos y los animales domésticos que les acompañaron.

Este estudio, encabezado por el Centro Australiano para ADN Antiguo de la Universidad de Adelaida, muestra que las hipótesis acerca de contactos tempranos entre los polinesios y los sudamericanos probablemente se han sustentado en resultados contaminados.

El nuevo estudio, en cambio, ha identificado y rastreado un marcador genético único de los pollos originales de Polinesia que está presente solamente en las islas del Pacífico y las islas del sudeste de Asia.

En el trabajo colaboraron científicos de las universidades Durham y Aberdeen en el Reino Unido y se usó ADN de mitocondria, heredada de la madre, extraída de huesos de pollo obtenidos en excavaciones arqueológicas de islas como las de Hawaii, Pascua y Niue.

«Hemos identificado las 'firmas' genéticas de los pollos polinesios originales y las usamos para rastrear los movimientos y patrones de comercio a través del Pacífico», señaló la autora primera del artículo Vicki Thomas, de Adelaida.

«También pudimos rastrear los orígenes de estos linajes remontándose hasta las Filipinas, lo cual da claves sobre la procedencia de las poblaciones de pollo polinesio originales».

Todavía persisten muchas teorías acerca de dónde provinieron los primeros pobladores humanos en las islas apartadas del Pacífico, qué rutas recorrieron y si tuvieron contacto con tierra firme de América del Sur.

«Los animales domésticos como los pollos, transportados en aquellos viajes, han dejado un registro genético que puede resolver estos misterios», indicó el profesor Jeremy Austin, subdirector del centro en Adelaide.

En estudios previos se había vinculado los pollos antiguos del Pacífico con los de América del Sur, lo cual sugeriría un contacto humano temprano, pero estos científicos sostienen que algunos de esos resultados estaban contaminados por ADN de pollos modernos, algo que ocurre a niveles detectables en muchos componentes de laboratorio.

El director del centro en Adelaida, Alan Cooper, añadió que su equipo «ha demostrado que el ADN de los pollos antiguos no proporciona pruebas de contacto precolombino alguno entre estas dos áreas».

«Lo que es notable es que nuestro estudio muestra, asimismo, que los linajes polinesios originales parecen haber sobrevivido en algunas islas del Pacífico, a pesar de la introducción de animales europeos en todo el Pacífico en el último par de siglos», añadió Cooper.