Hogar
Cómo saber si la ropa está húmeda o fría: aprende a distinguirlo con este sencillo truco
Durante el invierno cuesta saber si las prendas siguen mojadas o no, lo que puede llevar a malos olores
Hacer la colada es una tarea completamente distinta en función de la estación del año en que nos encontremos. Durante el verano todo el maravilloso: se seca muy rápidamente, las prendas con mucho más ligeras, rara vez queda con malos olores... Sin embargo, actualmente estamos en invierno, lo que puede suponer un verdadero quebradero de cabeza para llevar a cabo esta tarea del hogar.
No solo es que las prendan tarden días en secarse, sino que muchas veces acaban incluso por generarse aromas extraños en ellas. Todo ello por no hablar del nivel de condensación que se genera dentro de las casas, favoreciendo aún más la formación de gotas condensadas en las ventanas, incluso de hongos o manchas en las paredes. Y es que no toda la cola es apta para meter en la secadora, ni tampoco recomendable utilizarla a diario.
Como explicaremos más adelante, los seres humanos no estamos capacitados por naturaleza para medir la diferencia entre humedad o frío, lo que hace imprescindible que tengamos que recurrir a otros métodos para descubrirlo. Es una cuestión más compleja de lo que parece a simple vista, pero hoy compartiremos algunos trucos básicos para que este invierno su ropa no vuelva a agarrar malos olores.
Cómo saber si la ropa está húmeda o fría: aprende a distinguirlo con este sencillo truco
Para evitar que a la cola le aparezcan malos olores, es imprescindible colocarla a secar en un lugar con buena ventilación. En invierno, sin embargo, esto es complicado, ya que en los días más fríos las ventanas se abren lo menos posible para que el calor del hogar no escape. Si la ropa se deja en en un lugar húmedo por mucho tiempo, puede empezar a oler a moho o humedad.
Si las prendas no se secan completamente después del lavado, la humedad atrapada en las fibras de la tela puede generar un ambiente propicio para el crecimiento de bacterias o moho, microorganismos que generan malos olores. Es por ello que muchas veces optamos por dejar la ropa secándose algo más de tiempo del habitual, solo por asegurarnos que quede bien seca.
Pero por otra parte, esto puede hacer que las coladas se acumulen en el cesto porque el tendedero siga ocupado. Para evitarlo, es imprescindible saber cómo distinguir la colada seca de la todavía húmeda, y así ahorrarnos tiempo, dinero y disgustos. Los sensores que las personas poseemos en la piel no son capaces de captar la humedad, sino simplemente el frío, que nuestro cerebro procesa como lo primero.
Es por ello que debemos recurrir a otros métodos para distinguir la ropa húmeda de la simplemente fría, más allá de la sensación térmica. Estas son algunas de partes en las que debemos fijarnos bien:
- Tacto y textura. La ropa fría se siente fresca o fría al tocarla, pero no pegajosa ni mojada, sus fibras están más 'sueltas'. Las prendas húmedas, sin embargo, muchas veces se notan mojadas o pegajosa al tacto, algunas telas incluso adhiriéndose a la piel.
- Peso. La ropa fría no varía su peso, mientras que si todavía retiene agua, debería sentirse más cargada de lo normal, por el agua que retiene entre sus fibras.
- Olor. Si la colada tendida huele mal, desde luego que seguirá húmeda. Y de no estarlo, va a necesitar igualmente otro lavado para desinfectarse.
- Movimiento. La ropa que todavía retiene humedad se mueve con menos fluidez, y se puede sentir más rígida o pegajosa.
- 'La prueba del papel'. Si después de intentar todo lo anterior aún se duda sobre si la colada ya está seca, se puede presionar un pedazo de papel de cocina o un pañuelo contra ella para comprobarlo.
- 'La prueba del aliento'. Si tratamos de soplar aire caliente con la boca sobre a colada, las prendas que continúen húmedas tardarán mucho más en calentarse, incluso puede que se sigan sintiendo frías después de hacerlo.
- Prenda contra prenda. Para comprobar una prenda dudosa, se puede presionar contra la tela de otra que esté seca y, si cambia de color o temperatura, es que continúa reteniendo humedad.