Nueva York

«Crossing Lines»: el FBI europeo entra en acción

Hoy, emisión en AXN . Hora: 20:30.
Hoy, emisión en AXN . Hora: 20:30.larazon

No es frecuente que las productoras estadounidenses formen parte de una coproducción internacional. Sony Pictures sí miró a Europa y el resultado es «Crossing Lines», una serie franco-alemana-estadounidense cuyo argumento tiene como base de operaciones la Corte Internacional Penal de La Haya. Allí se reúne un grupo de detectives de élite –que formarán el FBI europeo, con libertad para actuar en todos los países del continente– para capturar a los delincuentes más peligrosos y llevarlos ante la Justicia.

El espectador no está ante una mera serie de acción cargada de adrenalina y que se beneficia de unos magníficos exteriores rodados en Francia, la República Checa, Bulgaria y Mónaco, entre otros. Siguiendo la tónica de las producciones de ficción de los últimos años, los guionistas han cuidado el perfil psicológico de los personajes. El protagonista, Carl Hickman (William Fichtner), es un ex oficial de policía de Nueva York con un pasado que condiciona su presente. Después de que un criminal le disparase en la mano, no puede sostener un arma y, a causa de los dolores, se ha vuelto adicto a la morfina. A pesar de estar muy tocado anímicamente, se convierte en el líder de este grupo de detectives. A él se unen una experta en operaciones que actúa desde el anonimato, profesional de las armas y en las tácticas que se emplean en un territorio tan conflictivo como Irlanda del Norte, y una analista de crímenes y de contrabando.

El reparto de «Crossing Lines» está formado por actores solventes, aunque no muy conocidos, salvo el incombustible Donald Sutherland, que defiende muy bien su papel de miembro de la corte penal internacional. La serie, que ya ha firmado la renovación para una segunda temporada, tuvo un arranque de temporada en la cadena estadounidense NBC bastante notable, ya que en su estreno consiguió una audiencia de 4,4 millones de espectadores, aunque luego fue decreciendo. Se puede considerar como un mal menor, ya que en el mercado internacional, la ficción ha conseguido ser vendida a más de 180 países.