David García: «Top Chef» me ha subido la autoestima

David García todavía está digiriendo su proclamación como ganador de la segunda edición del programa culinario de Antena 3 «Top Chef», que el miércoles se despidió con doble récord de temporada al anotar un 21,3% de cuota de pantalla y sentar frente a la final a más de 3,3 millones de espectadores. «Estoy intentando hacer la digestión y disfrutar de estos momentos de encuentros con la Prensa, mensajes de felicitación de compañeros de profesión, amigos y desconocidos», cuenta este joven de 27 años que ha visto cómo su vida cambiaba en las dos horas que duró la última prueba del programa producido por Boomerang. Así, en menos de doce horas a su cuenta de Twitter se han sumado más de 3.000 nuevos seguidores y al abrir su correo electrónico se ha encontrado con 400 mensajes nuevos.

Pero su actitud es firme, más de lo que hemos podido ver durante el programa, y se alegra de contar con un equipazo que le ayuda, aunque confiesa que «ahora estoy un poco en mis nubes; cuando llegue esta noche a casa, y duerma tranquilamente, seguro que mañana me despertaré algo más racional». Cuenta con dos chicas que trabajan a marchas forzadas para gestionar el aluvión de reservas que llegan a sus restaurantes –«ahora mismo tenemos casi tres meses de lista de espera»–, y recibe la ayuda de su amigo José para gestionar las redes sociales y del equipo de los restaurantes «que son los principales pilares de todo». Y por supuesto la inestimable ayuda de su pareja, Claudia, que está al cargo de todo. Según David, el secreto de su éxito en «Top Chef» ha sido «técnica, tranquilidad y serenidad, porque los nervios te pueden jugar malas pasadas y, sobre todo, hay que ser versátil. Tienes que adaptarte a todas las circunstancias: cocinar en las salinas de Cádiz; en una barbacoa a pleno sol o a abrir ostras en un mercado en Galicia». Pero, aparte de «tocar todos los palos», reconoce que siempre es importante «rodearte de buenos compañeros».

Cuestión de esfuerzo

Los espectadores coinciden en que se ha podido ver a lo largo de los 15 programas una evolución profesional y personal de David y que parte de su fuerza estaba en demostrarle a cierta gente que podía ser el mejor. «Sí que es verdad que tuve una época un tanto ‘‘no agradable’’, de los 12 a los16 años. Y es que los niños o adolescentes pueden ser muy malos y no me lo hicieron pasar del todo bien. Y aunque ayer, con el subidón del programa, dije que el premio ‘‘iba por todos los capullos que algún día se rieron de mí’’, no lo hice con rencor, sino que sólo se lo quería enseñar, no restregárselo». Aunque con sorpresa reconoce que «el 90 por ciento de esas personas ahora te piden amistad en las redes sociales y te envían mensajes...» .

Desde que terminara la grabación de «Top Chef», «comenzamos a organizarnos bien porque nos imaginábamos que todo esto iba a ir a más. Nos dedicamos a crear un buen equipo y a aumentar la plantilla: tres personas más a jornada completa (‘‘Top Chef’’ genera empleo, bromea)». David tiene claro que su paso por el programa «es un trampolín para afianzar mi restaurante como un rincón gastronómico de éxito en mi zona. Me ha ayudado a que me conozca toda España. Hasta una señora me dijo que su hija de 14 años le había pedido como regalo de cumpleaños ir a mi casa a comer y hacerse una foto conmigo». Pero sus nuevos clientes no sólo irán a comer porque, como le aseguró Rodrigo de la Calle: «Niño, tú déjate de ostias, la gente quiere venir y comer, pero quieren verte, hacerse una foto contigo, que compartas un ratito con ellos».

Los siguientes pasos ya están dados. Ya tiene preparado el libro que lanzará con sus recetas y en el que hay «una mezcla entre cocina tradicional, para que la gente pueda hacer los platos que he reflejado en el programa, como los caracoles, los callos de mi madre, y el pastel de limón, mezclados con aquellos que me han marcado en algún momento yendo a restaurantes, como el pato con peras. Todo ello junto a platos como el de la anguila, que me generó un poco de mal rollo, y el trampantojo, que no podía faltar». Además, en sus restaurantes ya se nota la influencia de «Top Chef» y ya ha incorporado actualizaciones y modernizado el Tomàs, de cocina tradicional y menús degustación en el To (+), su opción gastronómica mas vanguardista. Todo ello con precios que van desde los 15 euros «hasta lo que te quieras gastar». Sigue manteniendo el contacto con todos los demás concursantes a través de un grupo de WhatsApp, y anima a todos los profesionales a que se apunten a la tercera edición del espacio culinario. Sólo se guarda para sí mismo su próximo proyecto: «Tengo una oferta para un proyecto cinematográfico en el que puede que no todo sea actuación».