Historia

Berlín

Diplomacia prebélica

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El 4 de agosto de 1914 Reino Unido declaró la guerra a Alemania, un hecho que para muchos significó el verdadero comienzo de la I Guerra Mundial. Pero para cuando llegó ese momento, Europa llevaba varias semanas sumida en una tensa calma por culpa del asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa en Sarajevo. Desde el desafortunado atentado, obra del serbio Gavrilo Princip, las declaraciones de guerra, las negociaciones de los gabinetes de exteriores de varios países y la movilización de sus ejércitos se sucedieron día tras día hacia un desenlace inevitable, y más largo de lo esperado.

Cien años después, la prestigiosa BBC ha decidido dedicar uno de sus proyectos mediáticos más importantes a la Gran Guerra, confeccionando una programación especial sobre el conflicto. Hasta 2018, año en el que se celebra el centenario del fin del conflicto, la corporación británica emitirá dos mil quinientas horas de programación a través de radio, televisión e internet. En el marco de estos contenidos especiales BBC Two estrenó el pasado mes de marzo la serie «37 días», una producción que explora los eventos que siguieron al asesinato del heredero a la corona austriaca y cuáles fueron las circunstancias que llevaron al Gobierno británico a declarar la guerra a Alemania.

«37 días» es un drama documental en el que a través de dos personajes de ficción los espectadores descubren la intensas acciones diplomáticas de Berlín y Londres, con primeros ministros, diplomáticos y emperadores como protagonistas de los hechos. Con un reparto compuesto a partes iguales por británicos y alemanes, este drama, escrito por Mark Hayhurst y dirigido por Justin Hardy, explica los acontecimientos desde ambos prismas, si bien el inglés sale claramente favorecido. Pero a pesar de la esperable imperfección, «37 días» cuenta con una factura cuidada e impecable que la convierte en un producto imprescindible para los amantes del género bélico y político o para aquellos que quieren saber más acerca de la I Guerra Mundial.

A lo largo de tres episodios de una hora de duración, la serie acerca al espectador la relevancia y la precariedad en la que la diplomacia vivía en aquella época, en la que millones de telegramas eran la base informativa de los hombres que decidían el futuro de un país tras intensas reuniones. El ejemplo de las limitaciones que vivía la política en aquella época llega nada más comenzar el primer episodio, cuando el joven funcionario británico de Foreign Office comenta que el telegrama sobre el asesinato del archiduque era interesante a la hora del desayuno «pero se habría olvidado a la hora del té.» Él mismo, como narrador, explica poco después que eso era lo que pensaba todo el mundo y reconoce que «no fue olvidado y nunca lo será».