Libros
Jorge Lozano defiende la importancia de la narración en la historia
Una nueva edición conmemora el trigésimo aniversario de “El discurso histórico”
Una nueva edición conmemora el trigésimo aniversario de “El discurso histórico”
La narración es la forma privilegiada para expresar y dar sentido a la historia: tal fue el mensaje lanzado ayer por los expertos reunidos en Madrid con motivo del trigésimo aniversario de la publicación de “El discurso histórico”, el libro del semiólogo Jorge Lozano que introdujo en España la reflexión acerca de los diferentes modos de contar el pasado. El aniversario fue conmemorado el miércoles en el Círculo de Bellas Artes, donde se presentó la tercera edición de la obra, esta vez de la mano de Ediciones Sequitur, y con prólogo de Umberto Eco.
“En una obra indiscutiblemente pionera, Lozano se opone tanto a quienes ven en la narración una degradación del saber científico como a quienes propugnan el regreso de la vieja historiografía centrada en los individuos y el acontecimiento”, valoró Ramón Ramos, expresidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y catedrático de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. “Frente al fracaso de la historia anti-narrativa, Lozano reivindica la narración, pues solo por medio de ella se puede conectar el tiempo del universo con el tiempo de la conciencia”, puntualizó. “He aquí un libro que reflexiona sobre el oficio del historiador, un terreno en el que los historiadores no nos internamos”, manifestó Ángel Bahamonde, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Carlos III. Recordó que “su publicación supuso un canto a la libertad intelectual en un momento en que era muy difícil debatir sobre la importancia de la narración en la historia”, y por último destacó que la pérdida de sentido histórico en las nuevas generaciones realza la actualidad de un libro “al alcance de cualquier persona instruida interesada en aproximarse a la historiografía”. “¿Qué es y cómo se define la narración histórica de los hechos, vale decir el discurso histórico?”, se preguntó Lozano, doctor en Historia y catedrático de Teoría de la Información de la Universidad Complutense. “En cuanto discurso específico deberá obedecer a reglas propias que lo diferencien. Al intentar descubrir su especificidad, parece inevitable oponerlo al texto de ficción. Aquél posee una vocación de contar lo verdadero que éste, por definición, no tiene. Mas ni la oposición es tan nítida como quisieran los historiadores ni la homología tan próxima como sugieren algunos enfoques impresionistas”, explicó en una sala abarrotada de intelectuales como los filósofos Ignacio Gómez de Liaño y Tomás Pollán, autoridades universitarias y miembros de la comunidad académica.
Para Lozano, en la medida en que el pasado se estudia a partir de sus huellas, rastros y, en definitiva, signos, el enfoque semiótico es pertinente en lo que concierne al estudio del discurso histórico. “Un estudio que mantiene toda su vigencia en una sociedad como la nuestra, obsesionada con el tiempo, la memoria, los testigos, el patrimonio”, afirmó el autor homenajeado, que concluyó defendiendo la colaboración entre historiadores y semiólogos, tal como propone su grupo de investigación, centrado actualmente en el papel del periodista como historiador del presente.
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