Arte, Cultura y Espectáculos
Picasso frente a su espejo
Con motivo del 80 aniversario del «Guernica», «La noche temática» indaga en la figura del pintor.
Con motivo del 80 aniversario del «Guernica», «La noche temática» indaga en la figura del pintor.
En el lienzo de la vida de Picasso, como en el de tantos otros genios, solo hay que raspar ligeramente para que se revele el hombre, en su mejor versión y también en la peor. Ocurre con el malagueño, cuya vida, sobre todo su relación con las mujeres, fue tan arrebatadora como conflictiva. «La noche temática» homenajea, a partir de las 00: 00 horas, el 80 aniversario del «Guernica» con dos documentales: «Picasso y Dora Maar: artistas apasionados» (2016) y «Cuando Pablo se convierte en Picasso» (2017).
En el primero, el espectador se encuentra con una historia de amor excitante en unos tiempos convulsos. Maar era una joven de 29 años que, cuando conoció al pintor, ya había vivido más que la mayoría de las personas hasta el final de sus días. Venía de Argentina, Inglaterra y España y era una fotógrafa reconocida que se movía con soltura en el mundillo intelectual de París. En su mochila emocional tenía dos grandes fardos: el filósofo George Bataille y el actor Louis Chavance. Ambas relaciones fueron devastadoras.
Complicidad intelectual
Cuando llegó Picasso a su vida no es que saltasen chispas, aquello fue una sobrecarga eléctrica. Además de su brutal atracción sexual tenían una gran complicidad intelectual. Cuando el gobierno de la República le encargó una obra para el pabellón de España en la Exposición Universal de París,Maar le sugirió que el motivo fuese el bombardeo de Guernica, que sucedió en abril de 1937. Se implicó en el proyecto hasta los tuétanos. Gracias a ella se conoce la trastienda de una de las obras más célebres del siglo XX, ya que capturó con su cámara todo el proceso de creación. En la biografía «Dora Maar» (Circe), que escribió Victoria Combalía, se afirma que no cobró nada, ni siquiera los derechos de reproducción de las fotografías. Su relación tuvo un final «Made in Picasso», ya que se enamoró de Françoise Gilot y la abandonó.
«Cuando Pablo se convierte en Picasso» es una producción consagrada a su vida. Hijo de una familia burguesa –su padre era el pintor José Ruiz Blasco– nació en 1881 en Málaga y ya apuntaba maneras desde adolescente. A los quince años instala su primer taller en la calle de la Plata de Barcelona. Condicionado por su progenitor, que quería que se dedicase al realismo académico, en 1898 realiza su primera muestra individual en la Ciudad Condal. Dos años después viaja a París para ver la Exposición Universal y en 1904 ya reside allí para lograr la tan ansiada proyección internacional. La producción se aproxima a la paradoja de cómo Picasso devoró a Pablo, ya que posiblemente decidió convertirse en un personaje dejando atrás al inmigrante que fue. Una de sus frases más célebres fue, «mis cuadros antiguos ya no me interesan... Siento mucha más curiosidad por los que aún no he hecho». La pronunció cuando tenía 80 años y define a la perfección su carácter provocador.
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