«Rehenes»: Secuestrar ala audiencia

Los americanos son conocidos por aprovechar las oportunidades, y en el caso de las series no se iban a quedar atrás. Después del éxito de «Homeland», cualquier argumento que implique al presidente de los Estados Unidos o a sus servicios de inteligencia, CIA y FBI, o a su Agencia de Seguridad Nacional, tiene espectadores asegurados. Es el caso de «Hostages» («Rehenes»), serie de la CBS que narra la vida de Ellen Sanders, interpretada por Toni Collete («United States of Tara»), una cirujana que es la encargada de intervenir al presidente de una delicada dolencia pulmonar. Al regresar a su casa el día antes de la operación, que la convierte en el centro de la atención del país, se encuentra con que unos encapuchados han irrumpido en su hogar y retienen a su familia bajo amenaza de muerte si el líder del mundo libre no muere en la mesa de operaciones. Dylan Mc Dermott («American Horror Story»), en el papel de Duncan Carlisle, un agente del FBI que además es el cabecilla de los secuestradores, presiona a las distintos miembros de la familia para conseguir sus propósitos.

La serie original está basada en un guión de Alon Aranya, Omri Givon y Rotem Shamir para la televisión israelí que nunca se llegó a producir y que Jerry Bruckheimer («CSI», «Sin rastro») recogió adaptándola al público americano con un argumento sencillo y un reparto muy potente que completan Tate Donovan («Argo») en el papel del esposo, y Mary Elizabeth Mastrantonio como la primera dama. Parte de la culpa de que la consideren una «Homeland» fuera de las cadenas de pago puede partir de que el capítulo piloto está escrito y dirigido por Jeffrey Nachmanoff, que estuvo al frente de varios episodios de ésta. En ocasiones la serie recuerda levemente a «Funny Games» por las escenas de secuestro que, sin embargo, tienen bastantes fallos de argumento, como los ratos que dejan solo al matrimonio o la petición del hijo pequeño de la familia a un secuestrador para que le ayude con su camello.