La Habana
Un concurso a lo «Operación Triunfo» para buscar chinos amantes del español
La televisión china CCTV ha dado una vuelta de tuerca al formato de los concursos de talentos y lo ha unido con un idioma cuyo aprendizaje está creciendo en popularidad en el país, el español, a través de un programa que busca al joven más brillante en lo que a usar la lengua de Cervantes se refiere.
El canal estatal de China, país donde ya triunfan muchas franquicias internacionales de estos concursos ("La Voz de China", "China Tiene Talento") ha comenzado hoy, domingo, las finales de una competición en la que los concursantes bailan, hacen monólogos o doblaje, declaman y, sobre todo, sufren ante el rigor del jurado, siempre en castellano.
En el primer "Gran Concurso de Español de CCTV", que así se llama el espacio, han participado desde las fases preliminares 170 estudiantes: 60 en la semifinal de Shanghái, otros tantos en la de Pekín y medio centenar que enviaron sus grabaciones por internet desde otras zonas del país.
Ahora los 20 jóvenes más brillantes han llegado a las finales, que continuarán los días 23 y 26 de octubre y de las que saldrá un único ganador, cuyo premio será un viaje al Perú de los incas, con todos los gastos pagados.
El programa repite las fórmulas de los "talent shows", aunque a veces recuerde también a un examen de lengua de fin de curso, y así, antes de que cada participante salga al escenario para dar lo mejor de sí mismo, un vídeo intimista ofrece en pantalla gigante una presentación del candidato, donde cuenta su historia y por qué estudia una lengua tan lejana.
"Estoy enamorada del español, no puedo estar un día sin él", asegura en su vídeo Li Xiaoye, una chica de Chengdu (centro del país) que sobre el plató interpreta el famoso monólogo de Segismundo de "La Vida es Sueño"(otra rival se atreverá más tarde con varias páginas del "Platero y yo", de Juan Ramón Jiménez).
Muchos aseguran que aprender el tercer idioma más hablado del planeta, tras el mandarín y el inglés, les ha cambiado la vida: Jia Shihui, shanghainesa que participa bailando un pasodoble, asegura que el aprendizaje del español le ha hecho "más alegre y optimista".
Muchos han estudiado en países hispanohablantes y han tomado sus acentos: Ma Tianlong, que ha vivido tres años en La Habana, parece nacido en Cuba durante su monólogo.
Andrés, otro concursante monologuista (muchos chinos se ponen un nombre en español cuando inician las clases de esta lengua), tiene un deje catalán en la actuación donde cuenta las diversas formas de llamar a un plátano en Hispanoamérica.
Los que optan por cantar son los que más boquiabiertos dejan al público: la joven Dong Xiaoye (o Xaviera) canta el "Waka Waka"con el mismo chorro de voz que Shakira, y su rival, Lin Chen, una chica que estudió en Barcelona, se gana la nota máxima con su versión del "No dudaría", de Antonio Flores.
Tras las actuaciones, un jurado formado por populares caras de la comunidad hispanohablante de Pekín (el presentador mexicano de CCTV Octavio Fernández; la directora española del Instituto de Cervantes pequinés, Inmaculada González; el embajador peruano Gonzalo Gutiérrez y el hispanista chino Dong Yansheng) inquiere a los concursantes y vota uno por uno si los quiere o no en la siguiente fase.
Los jurados son implacables: muchas preguntas buscan poner a prueba el español del nervioso concursante, y una erre mal pronunciada, una consonante que algunos dicen "odiar", o una confusión entre "pes"y "bes", frecuente en estudiantes chinos de español, les puede dejar en la cuneta.
Especialmente duro es el juicio del único miembro del tribunal cuya lengua materna no es el castellano, el profesor Dong, reconocida eminencia del hispanismo en China, primer traductor al chino del "Quijote"y condecorado con la Orden de las Artes y las Letras de España.
Convertido en una especie de "Risto Mejide"del concurso, Dong no es nada generoso en sus notas, casi siempre negativas, y sólo se ablanda cuando una de las participantes, Wang Zhujin, que estudió español en Valencia, le ha asegurado con humor que hablaba el idioma perfectamente, "menos la palabra 'alrededor', que nunca me sale".
Las finales del programa se graban hoy y en la próxima semana en la espectacular nueva sede de CCTV, diseñada por el arquitecto Rem Kolhaas y convertida en uno de los grandes símbolos del Pekín contemporáneo, y se emitirán en varios canales de la emisora estatal, incluido el canal en español, CCTV-E.
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