Televisión
Una serie incombustible
«El secreto de Puente Viejo» celebra hoy sus seis años en antena con una salud envidiable
«El secreto de Puente Viejo» celebra hoy sus seis años en antena con una salud envidiable
Puente Viejo ha sido testigo de historias de amor imposibles, violentas muertes, traiciones y, sobre todo, muchas mentiras. Una ida y venida constante de personajes y tramas que dan mucho de qué hablar en una época en la que la diferencia entre clases era la fuente principal de todos los problemas. Y un secreto, el que guarda entre sus calles un recóndito pueblo de la España septentrional. Los avatares de la adinerada familia Montenegro, la maldad de su matriarca, Doña Francisca –permanentemente maquinando contra todos los que osan enfrentarse a su poder– , y la relación prohibida entre Pepa, una humilde partera y un hombre adinerado, fue el inicio de esta trama generacional que hoy festeja seis años en antena y más de 1.540 capítulos.
Emoción y misterio
La ficción, que se estrenó en febrero de 2011 en las tardes de Antena 3, goza de una exitosa y reconocida trayectoria y se mantiene como la ficción diaria más vista y presumiendo de la fidelidad de sus espectadores que, tarde tras tarde, acuden a su cita con los personajes. Y es que, pese a su ya larga trayectoria en parrilla, promedia un 16,5 por ciento de cuota y alcanza un 19 entre el público femenino. Son unos registros excelentes para una serie líder que sigue regalándole a sus seguidores la emoción, el misterio y los enigmas que tanto les gustan.
Para Josep Cister, director de ficción de Boomerang TV, «el éxito es la conjunción de muchas cosas. De un gran equipo técnico y artístico. Y unos guionistas con mucha imaginación y talento para seguir generando historias. La clave es tener secretos y poder contarlos». «Todos y cada uno de sus componentes viajan en una misma dirección. Se trabaja desde la constancia, la verdad y el sacrificio», afirma la veterana actriz Sandra Cervera, que da vida a Emilia, y para la cual tanto tiempo en antena supone «un crecimiento absoluto. Primero porque apuestan por ti y eso te hace tener una responsabilidad de querer mejorar día a día. Y segundo, por la gran posibilidad de trabajar con tantos compañeros y tan buenos profesionales».
Cervera está orgullosa de la trayectoria de la ficción, pero no es la única. Yara Puebla, que celebra ya un año encarnando a Camila, siente también «mucho orgullo por formar parte de una serie que es tan longeva en la que entré con una enorme responsabilidad». Y comenta: «Llegué cuando el tren ya estaba en marcha». Y, sin embargo, ha sabido afrontar su papel con mucha energía. Para ella, el amor es un motor, algo que comparte con su personaje que «tiene una gran carga emocional. Va en contra de la época y yo voy un poco a la inversa de la sociedad, de la gente que se mueve solo en una dirección».
Al igual que Yara, Sandra y Emilia «comparten de cada etapa una cosa distinta. Hay algo que realmente tengo en común con Emilia y es el concepto de familia». Mucho es lo que las une y también lo que las separa. «Me distancia su lado realista. Tengo un punto ingenuo, una niña que nunca desaparece y en Emilia, conforme han ido pasando los años, ha desaparecido», comenta.
La que «arrancó cubriendo una franja complicada por la baja audiencia», como señala Cister, se ha convertido en un referente de la ficción diaria a nivel nacional, con un fenómeno que ya ha traspasado las fronteras ya que se emite en 60 países. «En Italia hizo ayer 3.200.000 espectadores, un 28 por ciento de cuota. Es ya un acontecimiento televisivo», afirma el director, que pensó que «podríamos habernos convertido en un programa con una audiencia discreta». ¿Cuál es la clave entonces? : «La pasión que le ponemos al producto. Más de 1.540 capítulos después seguimos trabajando como el primer día». ¿Y ahora? Vendrán semanas de alto voltaje que estarán acompañadas de dos nuevos personajes: Marcela y Lucía.
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