Ahorro de energía

¿Cuál es la diferencia de consumo eléctrico entre un ventilador y un aire acondicionado?

Ambos refrescan, pero el impacto en la factura de la luz de uno y otro dispositivo es muy diferente

¿Cuál es la diferencia de consumo eléctrico entre un ventilador y un aire acondicionado?
¿Cuál es la diferencia de consumo eléctrico entre un ventilador y un aire acondicionado?OpenAI

Con la llegada del calor, muchos hogares se enfrentan a la decisión de cómo mantenerse frescos sin que la factura de la luz se dispare. Entre las opciones más comunes están el ventilador y el aire acondicionado, dos dispositivos muy distintos en cuanto a funcionamiento, capacidad de refrigeración y, especialmente, consumo energético. Saber cuánto gasta cada uno puede marcar la diferencia si el objetivo es mantener el confort sin descuidar el ahorro.

¿Cuánto consume un ventilador y cuánto un aire acondicionado?

El ventilador es uno de los aparatos de climatización más eficientes desde el punto de vista energético. Su consumo medio se sitúa entre 40 y 100 vatios por hora (Wh), dependiendo del modelo y su potencia. En cambio, un aire acondicionado estándar consume, de media, alrededor de 1.000 Wh (1 kWh) durante su funcionamiento continuo. En otras palabras, un aire acondicionado puede consumir hasta 20 veces más electricidad que un ventilador.

Por ejemplo, si ambos dispositivos se utilizan durante 8 horas seguidas, con un precio de la electricidad estimado en 0,20 €/kWh, el coste sería:

  • Ventilador (60 Wh): 0,06 kWh × 8 h = 0,48 kWh → 0,48 kWh × 0,20 € = 0,10 €
  • Aire acondicionado (1.000 Wh): 1 kWh × 8 h = 8 kWh → 8 kWh × 0,20 € = 1,60 €

La diferencia, aunque parezca pequeña en un día puntual, se multiplica significativamente a lo largo de un mes o una temporada completa de verano.

El aire acondicionado enfría el aire utilizando un compresor y una bomba de calor. Este sistema requiere mucha más energía que las aspas de un ventilador que simplemente mueven el aire. Sin embargo, el aire acondicionado puede enfriar una habitación cerrada a una temperatura mucho más baja, lo que lo convierte en una opción necesaria en climas especialmente calurosos o en hogares sin buena ventilación.

No obstante, una vez alcanzada la temperatura programada, muchos modelos de aire acondicionado bajan su consumo hasta 200-300 Wh, gracias a los compresores inverter o al modo de mantenimiento de temperatura. Esto significa que, con un uso eficiente, se puede reducir el gasto notablemente.

Cómo optimizar el consumo del aire acondicionado

Si se opta por el aire acondicionado, una configuración adecuada es clave para mantener controlado el gasto:

  • Temperatura recomendada: entre 24 ºC y 26 ºC. Por cada grado que se baje, el consumo puede aumentar entre un 6 % y un 8 %, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE).
  • Evitar encendidos y apagados constantes: Cada arranque del compresor implica un pico de consumo elevado.
  • Cerrar puertas y ventanas: Para que el sistema no trabaje de más.
  • Uso de temporizadores y domótica: Existen dispositivos y apps móviles que permiten encender o apagar el aire acondicionado a distancia, programar horarios o integrarlo en sistemas de automatización del hogar.

En cuanto a mantenimiento, el ventilador apenas requiere atención más allá de la limpieza de sus aspas. Por el contrario, el aire acondicionado necesita revisiones periódicas, como la limpieza de filtros, el control de gases refrigerantes y, en algunos casos, el reemplazo de componentes. Este factor también puede suponer un coste añadido a medio o largo plazo.

¿Qué te conviene más?

No hay una respuesta única, porque todo depende del clima, el tipo de estancia y las necesidades personales. Para zonas de calor moderado o si sólo se busca una sensación de frescor temporal, el ventilador es claramente más eficiente y económico. En cambio, en lugares donde las temperaturas superan ampliamente los 30 ºC y se requiere una refrigeración más efectiva, el aire acondicionado es más útil, aunque más costoso.

La clave está en utilizar cada tecnología de forma inteligente. Saber cuándo usar un ventilador y cuándo merece la pena encender el aire acondicionado puede suponer un importante ahorro económico sin renunciar al bienestar en casa.