Diez claves para disfrutar de la familia política

En la recta final del verano, y tras pasar unos días con los más allegados, es un buen momento para reflexionar sobre la relación con la "familia política". ¿Has veraneado con ellos? ¿Con qué frecuencia los visitas? ¿Disfrutas de su compañía o estás incómodo? El Cigarral de las Mercedes, el veterano Wedding Resort en España, como expertos y artífices de cientos de bodas, da algunas claves para gestionar de forma placentera la relación con la familia de pareja.

1. El primer hecho que hay que aceptar es que la familia es la que uno crea, no de la que uno procede. Sabiendo esto, podemos empezar a recolocar al resto de la familia y organizar las prioridades. Lo sano son las visitas breves y corteses.

2. En segundo lugar debemos desechar creencias irracionales como por ejemplo: “mis padres son los mejores y siempre tienen razón”. Saber poner límites a los padres es importante.

3. Es de bien nacidos proteger y cuidar a nuestros mayores, al igual que a nuestros pequeños, no obstante, hay que reservar tiempo de calidad y momentos especiales para estar solos en pareja o exclusivamente con la familia que se ha creado.

4. Un reparto equitativo de las visitas y estancias con las familias políticas, así como del dinero que se invierte en ocio y regalos con unos y con otros, ahorrará muchos problemas y resquemores.

5. Diplomacia: Hazte un favor a ti mismo y no intentes cambiarlos. Con la familia política no se discute, sé inteligente y ahórrate tus opiniones si van a generar discordia, ofender e incomodar. Evita temáticas polémicas como la religión, la política, las preferencias sexuales y todo aquello que pueda suscitar opiniones encontradas y radicalidades.

6. Dale un descanso a la asertividad: Suena raro, pero la buena gestión de la familia política pasa por la falsedad y la contención. No seas combativo, conviértete en un aspersor de buen rollo. Practica el ¡Peace & Love!

7. Si el conflicto ha llegado, que no cunda el pánico: pide disculpas tengas o no tengas razón, con la familia política hay que ser exquisitamente cortés y punto o lo pagarás en desavenencias conyugales.

8. A quien hace la pelota, Dios le ayuda: Acostúmbrate a decir cosas bonitas a tu suegra y alabar la belleza de todos los bebés de la familia...La mentira es salud y paz ¡La mentira es amor! Si no quieres mentir, al menos no digas siempre la verdad.

9. Mantente disponible a ayudar, si están preparando una comida colabora activamente, si surge la oportunidad de reparar algo, ofrécete, que sientan que tu presencia además de amigable, es útil.

10. Disfruta de lo que tienes: En la mayoría de los casos, y antes de que uno meta la pata, la familia política está predispuesta a querernos. Además, todo el mundo tiene cosas buenas, escúchalos, intégrate, aprende de ellos y diviértete.