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Una huelga laboral disfrazada de educativa

La Secretaria de Estado de Educación afirma que los sindicatos utilizan las reclamaciones laborales para movilizar a los estudiantes

Los sindicatos han convocado varias jornadas de huelga para esta semana
Los sindicatos han convocado varias jornadas de huelga para esta semanalarazon

Existen dos requisitos a la hora de plantear una huelga: saber contra quién se organiza y, sobre todo, contra qué se protesta. Las manifestaciones contra la reforma educativa promovida por el ministro José Ignacio Wert y que comenzaron ayer en toda España despejan la primera incógnita, pero no la segunda. Y es que, según ha podido saber LA RAZÓN por fuentes gubernamentales, buena parte de las reivindicaciones de los manifestantes poco o nada tienen que ver con la Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (Lomce) aprobada recientemente por el Ejecutivo; más bien, se trata de reclamaciones de base salarial que, en algunos casos, han sido exageradas por los docentes. Precisamente ayer, tanto el ministro Wert como la secretaria de Estado de Educación, Montserrat Gomendio, se pronunciaron al respecto: el primero recordó que los profesores, al contrario que los padres, hacen huelga porque «tienen un puesto de trabajo asegurado»; la segunda acusó a los sindicatos de secundar la huelga con razones que «nada tienen que ver» con la reforma y opinó que justifican este paro sobre una base de reclamaciones laborales. Éstos serían los principales puntos.

Disminución retributiva

Los sindicatos de profesores aseguran que, hasta 2013, han experimentado una pérdida de poder adquisitivo del 23%. Con todo, y teniendo en cuenta la disminución en la retribución del 5% en 2010, la supresión de la paga extra de Navidad en 2011 y las congelaciones de sueldo de 2013 y 2014 –esta última contemplada en los Presupuestos Generales del Estado–, lo cierto es que las bajadas salariales se quedan en un 5,75% para los maestros y en un 7,5% para los profesores de Enseñanza Secundaria. Así, al inicio de la carrera docente, un maestro que cobraba 26.899 euros en 2010 pasó a recibir 25.353 en 2013; mientras, un profesor que cobraba 31.073 euros hace tres años, ha pasado ahora a recibir 28.752. Hay que apuntar además que los sueldos de los docentes españoles superan la media tanto de la OCDE como de la UE.

Menos personal interino

Todos los sindicatos aseguran que se ha producido una pérdida de casi 25.000 profesionales interinos en el periodo que transcurre de enero de 2012 a enero de 2013. Sin embargo, los datos que maneja el Gobierno son bien distintos. En enero de 2012, el personal interino estaba cifrado en 62.800 profesores, cifra que se reduciría un año después a 58.855. De esta forma, estaríamos ante una pérdida de casi 4.000 profesionales, muy alejada de la que señalan los sindicatos.

Ratio de alumnos

En la Lomce tampoco hay referencia a la ratio de alumno por aula, uno de los motivos que ha llevado a los convocantes a secundar la huelga. Es cierto que el Gobierno hizo alusión al tema en el decreto de racionalización del gasto, por el que autorizaban a las comunidades autónomas a aumentar o disminuir el porcentaje. Sin embargo, las regiones mantuvieron las ratios como estaban. Y es que no puede fijarse por ley un número determinado de estudiantes. Hay que recordar que la ratio de alumnos por profesor en la ESO es de 10,3, inferior a las de la OCDE (13,4) y la UE21 (11,5). Dicho de otro modo: no parece que exista un riesgo de masificación en las aulas, y por tanto, de que los alumnos reciban una atención menos personalizada. Como recordó ayer Gomendio, el ratio de alumno por aula en nuestro país «sigue por debajo de la media de la OCDE» y «por debajo de otros países cuyos alumnos consiguen mejores resultados».

¿Vestimenta inadecuada?

Entre las reivindicaciones, la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos «Francisco Giner de los Ríos» responsabiliza a la Lomce en particular, y al Gobierno en general, de cuestiones más relacionadas con la coyuntura económica que con la calidad de la enseñanza. En su carta abierta a los padres y madres del alumnado de Madrid hablan de la «vergüenza» que sienten los progenitores al no poder mandar a sus hijos al colegio con una «vestimenta adecuada», pues deben «reutilizar hasta el infinito la que tienen» y «engañarlos para que no se den cuenta de que son ciudadanos de segunda». Del mismo modo, la organización de padres afirma que, a la hora de apoyar la huelga, hay que «pensar en los miles de niños que pasan hambre diariamente en las aulas» madrileñas.