Crimen de Asunta
El abuelo de Asunta: «Llevo meses sin hablar con Alfonso. No me llama»
«Pongo la mano en el fuego por mi hijo. Pero por los demás, no». «Siempre le he dicho que no se deje manejar y que no encubra a nadie», afirma el padre de Basterra, convencido de su inocencia
Esta semana Alfonso Basterra ha vuelto a recibir malas noticias. Como adelantó LA RAZÓN, la instrucción del caso de la niña Asunta, de cuyo asesinato se han cumplido siete meses, revela un nuevo testimonio que compromete más su versión. Apenas un día después de que se hallara su cadáver, un testigo vio a Alfonso en la zona de la finca de Teo –donde, supuestamente fue asfixiada la niña– deshaciéndose de «cosas» tras tirarlas a un contenedor. No hay nada concluyente, pero el juez instructor, José Antonio Vázquez Taín, sospecha que podría tratarse de las alfombrillas del coche de la otra acusada, Rosario Porto.
Mientras los informes continúan acumulándose en el juzgado de Santiago de Compostela, hay otro padre que sufre: Ramón Basterra. Dice que «tiene poco que decir», pero accede a charlar brevemente con este periódico. Su discurso se mantiene inexorable desde la primera vez que accedió a hablar con la prensa. «A mi hijo le conozco muy bien. Es una gran persona. Quizá demasiado bueno. Lo he dicho públicamente: yo pongo la mano en el fuego por mi hijo. Pero por los demás, no», asegura a LA RAZÓN.
Ese grupo de los «demás» está encabezado por Rosario Porto. Los mensajes, sms y whatsApps que se intercambiaban su hijo Alfonso y su ex mujer meses antes del asesinato, recopilados ahora por el juzgado de instrucción, denotan a un hombre todavía enamorado. Algo que se mantuvo incluso la noche del 24 de septiembre, cuando Rosario fue detenida. «Te quiero. Llevo todo el día pensando en ti. Por encima de cualquier cosa, no olvides que eres el amor de mi vida. Tranquila. Todo se solucionará y pronto volveremos a estar juntos. Te estaré esperando, mi pequeña Deditos», le escribió Alfonso. No parece que en la familia Basterra sentaran muy bien las informaciones que apuntaron a que el acusado seguía manteniendo correspondencia con Porto en prisión, pese a estar en distintos módulos. Algo que, como recuerdan, «está prohibido».
«Tengo, como es lógico, muchas sospechas. Pero como no tengo pruebas, no puedo decir nada. Siempre he dicho que, si verdaderamente tuviera una prueba, sería el primero en testificar. Pero no la tengo», reitera Ramón. Con todo, el abuelo de Asunta reconoce que en los últimos meses apenas ha tenido contacto con su hijo. «Hace mucho que no hablo con él. Hace meses. Y si no lo hago es porque no me llama. Parece que no cuenta conmigo. Para hablar con él tengo que solicitar una serie de permisos. Y veo que no tiene muchas ganas de hablar conmigo», dice. Por eso, la mayoría de noticias que recibe de Alfonso son por parte de su abogada. Y a su vez, Ramón se sirve de la letrada para transmitirle alguna novedad.
Aun así, las últimas noticias que ha recibido de Alfonso, que se encuentra, al igual que Rosario, en la cárcel de Teixeiro (La Coruña), no han sido buenas. Lejos de atemperarse al clima carcelario tras siete meses de encierro, se encuentra muy inquieto, angustiado. «Se siente muy mal. Muy nervioso, muy preocupado. Se siente metido en una ratonera, porque parece que han decidido cargarle con la culpa. Pero de mi hijo estoy absolutamente seguro de que no ha hecho nada malo», reitera Ramón.
Esta falta de contacto directo no ha impedido que Ramón cumpla sus deberes de padre. Puntualmente, le realiza a Alfonso pequeños envíos de dinero. Lo necesario para que Alfonso pueda ir «tirando» en prisión, para hacer compras en el economato de la cárcel.... No falta a su cita. «Le estoy haciendo transferencias para los pequeños gastos que tiene allí. Se trata de una pequeña cantidad semanal», indica.
En una de las últimas ocasiones en las que habló con él, Ramón le transmitió un consejo que se ha convertido, a su vez, en el clavo ardiendo al que se aferran los abuelos de Asunta: ¿y si todo fuera en realidad una equivocada estrategia de Basterra con vistas a defender –o mejor dicho a encubrir– a Rosario Porto? ¿Y si el acusado calla más de lo que realmente ha declarado a las autoridades? «Las veces que he hablado con él, tanto por teléfono como por escrito, le he dicho: "No te dejes manejar, declara ante el juez, colabora con la justicia, no encubras a nadie''. ¿Qué más puedo decirle?», se pregunta el padre de Basterra.
El detalle
A VUELTAS CON EL TERCER IMPUTADO
Esta semana, Vázquez Taín ha ratificado el archivo definitivo de la causa contra el tercer imputado, Ramiro C.J., por los «indicios tan claros» que lo sitúan en Madrid el día del crimen. Para el juez, la «única defensa» de Basterra y Porto es «sembrar la confusión» respecto de la participación de un tercero en el crimen. El abogado de Porto no está de acuerdo y ha dicho que presentará un recurso de queja por el archivo de la causa contra el tercer imputado.
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