Cataluña
El «friday» más «black» en Cataluña
La patronal del pequeño y mediano comercio y Deloitte prevén que la inestabilidad política incidan de forma negativa en las ventas del «Viernes Negro». La actividad ya se hundió un 30% en octubre.
La patronal del pequeño y mediano comercio y Deloitte prevén que la inestabilidad política incidan de forma negativa en las ventas del «Viernes Negro». La actividad ya se hundió un 30% en octubre.
Hoy es una de esas jornadas que el comercio tiene marcadas en rojo en su calendario. Es el día fuerte del «Black Friday», la campaña de descuentos importada hace cinco años desde EE UU y que, ya asentada plenamente en España, marca el inicio de la campaña navideña. El sector es optimista y espera que las ventas mejoren respecto al pasado año. Pero no en todas partes se respira la misma sensación positiva. En Cataluña, la sombra del «procés» sigue siendo muy alargada y sus efectos sobre la economía siguen muy presentes. La Confederación Española de Comercio (CEC), patronal del pequeño y mediano comercio, cree que aunque los nubarrones independentistas se están disipando, todavía descargarán tormenta. «Confiamos en que el comportamiento en Cataluña sea similar a la media nacional, pero no cabe duda de que la inestabilidad política no se ha terminado de corregir y eso afecta a la confianza del consumidor. Aunque tenemos la sensación de que la situación se está recuperando, puede ser que el “Black Friday” en Cataluña se vea afectado por la coyuntura política», admiten fuentes de la CEC.
25% del sector
Un pinchazo de este segmento en esta comunidad autónoma podría arrastrar los resultados nacionales. Más si cabe porque, en el resto del país, la CEC tiene la sensación de que se repetirán unos resultados similares a los del año pasado. Cataluña cuenta con unos 100.000 establecimientos pequeños y medianos, el 25% del total que hay en España, que generan el 20% del empleo del sector, unas 450.000 personas.
La CEC no es la única que se teme que el desafío independentista de Carles Puigdemont haga mella en el «Black Friday». Victoria Larroy, socia de Deloitte, también admitió durante la presentación de su estudio sobre el consumo navideño que, aunque no tienen datos regionalizados sobre cómo será la campaña, la situación política catalana «sin duda alguna tendrá algún impacto, y no será positivo, aunque no podemos cuantificarlo».
Las previsiones de la CEC y Deloitte se suman a las que han manifestado también los comerciantes catalanes a través de la patronal regional de pequeñas y medianas empresas, Pimec. En una consulta sobre la evolución de su negocio en el mes de octubre, el 42,56% reconoció que sus ventas bajaron mucho o bastante, mientras que otro 20,33% admitió que facturó algo menos. Una gran mayoría de los consultados, el 75%, consideraban entonces que las ventas iban a seguir igual o incluso empeorar estas semanas. Y casi todos apuntaban al «procés» como el principal causante de la situación. Según el 83,61% de los encuestados, al pulso de Carles Puigdemont al Estado está detrás de sus problemas.
En el mismo mes de octubre, el pequeño y mediano comercio catalán ya padeció un zarpazo en su facturación. Sus ventas cayeron un 30%, frente al 10% del resto de España, según desveló el presidente de la CEC, José Guerrero, hace un par de semanas.
El «procés» no ha podido llegar en peor momento para el comercio catalán. Las altas temperaturas otoñales ya habían hundido las ventas de un sector tan significativo como el textil, que ha visto muy ralentizada la venta de sus prendas de invierno. A ello se ha sumado el desafío independentista, que ha degenerado en una situación de inestabilidad política que ha inoculado desconfianza en los consumidores. Muchos de ellos están a la espera de ver qué pasa en las elecciones autonómicas del próximo 21 de diciembre. Ello, en un momento como la campaña navideña, en la que muchos establecimientos se juegan buena parte de las ventas del año.