Suiza
El pueblo suizo que paga 21.381 euros para atraer a nuevos habitantes
Albinen es un pueblo de sólo 248 habitantes en el cantón suizo del Valais y sus habitantes han aprobado una iniciativa singular para frenar la despoblación: pagar, bajo estrictas condiciones, 25.000 francos (21.381 euros) a cada persona que se mude a la localidad y se quede al menos diez años.
Este jueves los residentes de Albinen han adoptado con 71 votos a favor, 29 en contra y una abstención la medida, que ha atraído en los últimos días la atención nacional e internacional.
El alcalde de Albinen, Beat Jost, se declaró "muy contento"por el claro resultado en la votación, que es consecuencia de una iniciativa de jóvenes habitantes de la localidad, que la propuso el 3 de agosto y que fue firmada por 94 ciudadanos, superando casi cinco veces el apoyo requerido para someter la medida a las urnas.
La idea es "luchar por nuestra existencia y el futuro de Albinen", señala el texto de la iniciativa aprobada, en la que se menciona como ejemplo de la creciente despoblación el cierre de la escuela de la localidad por falta de niños, que ahora tienen que ir otro colegio en Leuk, a 20 minutos en autobús.
Al igual que otros pueblos en las montañas suizas, Albinen ha perdido población en los últimos años, ya que los jóvenes se marchan a las ciudades y los mayores se quedan solos, recalca la iniciativa.
Según datos del ayuntamiento, en 1941 Albinen contaba con 376 habitantes, cifra que se fue reduciendo continuamente hasta contar en 2015 con 253 ciudadanos.
En los últimos años, la localidad ha perdido tres familias y solo quedan dos niños que van a al colegio y cinco que van al instituto, según la agencia suiza ATS.
Para remediar esta triste situación para Albinen, el pueblo ha decidido actuar y pagar a cada persona individual que se mude allí 25.000 francos, a cada pareja 50.000 (42.763 euros) y por cada niño 10.000 francos adicionales (8.553 euros).
Eso sí, el pueblo, que tiene como uno de sus atractivos su cercanía a los baños termales de Leukerbad, ha impuesto estrictas condiciones a aquellos que quieran beneficiarse del dinero.
El requisito para recibir el empujón financiero es que los nuevos habitantes de Albinen tengan 45 años o menos, compren o construyan una vivienda y hagan para ello una inversión mínima de 200.000 francos (171.051 euros).
Además, tienen que comprometerse a quedarse al menos diez años en el pueblo y, si se marchan antes, tienen que devolver el dinero.
El ayuntamiento creará un fondo al que se ingresarán anualmente 100.000 francos (85.525 euros), hasta un total de 500.000 francos (427.627 euros), con lo que no habrá dinero ilimitado disponible para atraer a jóvenes y familias.
Asimismo, los nuevos residentes tienen que demostrar antes de poder recibir la cuantía que tienen un crédito concedido o un plan de financiación detallado, un presupuesto para la construcción de la vivienda o una copia del contrato de compra de una casa ya existente, así como la solicitud correspondiente para las obras.
Para fomentar la economía local y regional, los nuevos residentes tienen que otorgar por su parte el 70 % de los contratos de construcción o renovación a empresas del cantón del Valais y los extranjeros necesitan un permiso de residencia.
Albinen no es el primer pueblo montañoso suizo en adoptar este tipo de medidas para frenar la despoblación.
El alcalde de Bourg-Saint Pierre, también en Valais, dijo este verano que se daría un crédito del 10 % a nuevos residentes que construyeran o renovaran una propiedad, hasta un máximo de 30.000 francos (25.658 euros), según el portal Swissinfo.
En Inden los residentes disfrutan de un descuento en la tienda del pueblo, mientras que los habitantes de Trient, igualmente en Valais, reciben energía y billetes de autobús gratis, subsidios a los seguros de salud y a la construcción y renovación.
Mont-Noble decidió rebajar el precio del terreno edificable, con el resultado de que la población ha crecido desde 867 habitantes en 2011 a 1.064 este año, siempre según la misma fuente.
Albinen admite que con su propia iniciativa, que entrará en vigor el 1 de enero de 2018, solo podrá atraer en un plazo de cinco años en el mejor de los casos entre 5 y 10 familias jóvenes.
Aún así considera que eso "ya se podría valorar como un éxito", según dijo el lunes en un comunicado.
Efe
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