Transporte
¿Estamos preparados para usar los patinetes?
A los peatones no les ha gustado mucho la idea de tener que compartir su espacio con un patinete que dificultase su paso
A los peatones no les ha gustado mucho la idea de tener que compartir su espacio con un patinete que dificultase su paso.
Vivir en el centro de Madrid y llegar rápido a cualquier otra zona de la ciudad no es tarea sencilla y más cuando la combinación de transporte público no termina de encajar. Mientras intentaba encontrar alguna forma de «teletransportame» a mi destino, para llegar a la hora y sin necesidad de ir andando, encontré un patinete eléctrico aparcado en la esquina de casa. Muchos conocidos ya lo habían testado con anterioridad. Entonces, me pregunté: ¿por qué no probarlo?
Me descargué la aplicación de una de las muchas empresas y seguí sus indicaciones. En menos de un minuto, ya era conductora de mi patinete. Sí, una conductora como la de un coche o la de una moto, porque al fin y al cabo estos patinetes llevan motor. Solo ha bastado un «click» para «aceptar los términos y las condiciones de uso» y registrar el número de móvil como prueba de que soy mayor de edad y de que tengo el carnet de conducir en vigor. Pero, ¿basta solo con depositar la confianza en unos usuarios de los que se sabe su número de teléfono y localización? Parece ser que sí, las aplicaciones de patinetes eléctricos sí creen en nuestra buena voluntad.
En mi caso, es cierto que tengo carnet de conducir, pero he de decir que llevar un patinete eléctrico por el centro de Madrid tiene algo de desafío. Parece una tarea fácil, pero no; más si tenemos que tener en cuenta la infinidad de peatones y coches que te puedes encontrar en el centro de la gran ciudad en una tarde, donde muchos aprovechan para ir preparándose para la Navidad.
Coge bastante rapidez y eso lo vuelve inseguro. Puedes incluso hasta perder el control. Pero no era yo la única que me sentía un poco expuesta en la calle: a los peatones tampoco les ha gustado mucho la idea de tener que compartir su espacio con un patinete, que dificultase su paso. Y es entonces cuando me pregunto: ¿estamos preparados para introducir los patinetes eléctricos en nuestras ciudades?
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