
Psicología
Los expertos alertan sobre un hábito cotidiano que está debilitando las interacciones sociales
Esta práctica puede provocar que el interlocutor se sienta desplazado, poco valorado o atrapado en una conversación unidireccional

En las conversaciones cotidianas, lo habitual es que hacer preguntas sea una muestra de interés por la otra persona. Sin embargo, un estudio reciente publicado en la American Psychology Association revela una tendencia que contradice esta suposición: el 'boomerasking'. Este término, acuñado por la profesora de psicología de Harvard Alison Wood Brooks, combina la palabra 'boomer' (por la generación baby boomer) con 'ask' (preguntar en inglés) y describe una práctica conversacional que en apariencia busca conocer al otro, pero en realidad es una estrategia para hablar de uno mismo.
El 'boomerasking' ocurre cuando una persona formula una pregunta no con el fin de escuchar la respuesta, sino como una introducción para compartir su propia experiencia. Esta práctica, en lugar de fomentar una conversación equilibrada, puede hacer que el interlocutor se sienta ignorado o relegado a un papel secundario en la charla. En muchos casos, transforma la conversación en un monólogo encubierto.
Según los expertos, existen tres formas principales de 'boomerasking':
- Pregunta-alarde: Se inicia con una pregunta, pero rápidamente se revela algo positivo sobre la persona que la hace. Por ejemplo, preguntar "¿Te has ido de vacaciones este verano?" solo para continuar con "Yo he estado en un destino increíble".
- Pregunta-queja: Se pregunta algo y enseguida se añade una queja personal, como: "¿Cómo te fue en tu última reunión de trabajo?" seguido de "La mía fue un desastre, tuve un día horrible".
- Pregunta-compartir: Se usa la pregunta como pretexto para relatar algo propio, como: "¿Alguna vez has tenido sueños raros?" y luego contar un sueño personal.
¿Por qué la gente recurre al 'boomerasking'?
Los investigadores quisieron comprender las razones detrás de esta conducta y descubrieron que muchos de quienes la practican lo hacen con la intención de incluir a los demás en la conversación. "Provocar la opinión de otra persona parece más apropiado que simplemente decir lo que se te ocurra", mencionó un participante del estudio.
Si bien el término hace referencia a la generación 'boomer', los expertos subrayan que no es una conducta exclusiva de las personas mayores. En realidad, cualquier persona puede caer en esta dinámica sin darse cuenta, afectando a la calidad de sus interacciones y generando rechazo en su entorno.
Consecuencias y cómo evitarlo
El 'boomerasking' puede provocar que el interlocutor se sienta desplazado, poco valorado o atrapado en una conversación unidireccional. Para evitarlo, los especialistas recomiendan practicar una escucha activa, asegurarse de que las preguntas formuladas tengan como objetivo comprender al otro y permitir respuestas completas antes de redirigir la conversación hacia uno mismo.
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