Frenazo en las carreteras nacionales

La medida se venía barajando durante los últimos meses, pero los datos de siniestralidad correspondientes a 2012 parecen haber sido claves a la hora de dar un paso adelante. De los 1.179 accidentes mortales –y que provocaron 1.304 muertes– registrados durante el pasado año, el 77% tuvo lugar en carreteras convencionales –el 23% ocurrió en autopistas y autovías–. De ahí que el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, anunciara ayer que «la decisión de disminuir la velocidad en estas carreteras esté tomada». Al menos en lo que respecta a las vías en el que el límite se sitúa en los 100 kilómetros por hora. Si bien el ministro no dio más detalles, fuentes de Tráfico afirmaron a este diario que una «posibilidad» de esta reducción, que se hará efectiva la próxima primavera dentro del nuevo reglamento de circulación, sería reducir el límite de estas carreteras a 90 km/h. Una posibilidad que ya había sido planteada por Fernández Díaz el pasado verano.

El ministro realizó este anuncio durante la presentación del Balance de Seguridad Vial 2012, en la que estuvo acompañado por la directora de la Dirección General de Tráfico (DGT), María Seguí. Durante el acto, Fernández Díaz afirmó que «no puede asegurar» que el límite en autopistas y autovías vaya a aumentar de 120 a 130 km/h. Así se había barajado recientemente, si bien es verdad que dicho aumento no se tenía proyectado para 2013.

Las víctimas, a favor

El anuncio del ministro ha sido acogido de forma especialmente favorable por parte de las asociaciones de víctimas. «La reducción de la velocidad es positiva y confirma el buen trabajo que se lleva realizando desde Tráfico en los últimos años», explicó a este diario Eugenia Domenech, directora para la Prevención de Accidentes de Tráfico (PAT). No en vano, «la velocidad es uno de los factores más determinantes para agravar el resultado de los accidentes». Así, recuerda que «varios estudios europeos indican que basta con reducir en un km/h la velocidad en carretera para reducir también el número de fallecidos». Del mismo modo, Domenech aplaude que se «aparque», al menos momentáneamente, «la idea de aumentar la velocidad en autopistas a 130 km/h», algo contra lo que se han posicionado «desde el primer momento».

Según las estadísticas de 2012, el motivo del 43% de los accidentes con víctimas mortales en las carreteras convencionales es la salida de la vía del vehículo. Sin embargo, un 44% es fruto de colisiones frontales –20%–, laterales –2%–, fronto-laterales –18%– y múltiples y por alcance–4%–.

Por su parte, Ana Novella, presidenta de Stop Accidentes, pidió ayer al Gobierno que no aumente el límite de velocidad en autopistas y autovías. «Debe ponerse más vigilancia y controlar el estado de las carreteras secundarias, puesto que está visto que es donde más muertes se producen en este momento en España». Del mismo modo, Novella dio las gracias a los conductores por su «implicación» en evitar accidentes y al Gobierno por continuar su trabajo, del que «no debe bajar la guardia».

Mejora de las carreteras

Mientras, desde la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), consideran que, antes de bajar el límite en las carreteras secundarias, deberían trabajarse otros problemas, «como la educación vial, el estado de estas carreteras, la luminosidad, los asfaltos, las señales de curvas peligrosas...». Y es que, aseguran, «cuando las carretas se encuentran en mejor estado, lógicamente las posibilidades de accidente son menores».