Opinión

Hombres cuidadores

Solo 2 de cada 10 hombres inactivos se dedican a cuidar familiares mientras que mujeres en la misma situación son 9 de cada 10

Los servicios de cuidados paliativos son muy desiguales entre las comunidades autónomas, según denuncian los especialistas
Son las mujeres quienes tradicionalmente se han ocupado de los cuidadoslarazon

Más de tres millones de mujeres en España se dedican únicamente a cuidar de la casa y la familia. Noble y primordial tarea, sin duda, siempre y cuando se le dé el valor que realmente tiene.

No ha sido, ni es así. En primer lugar, porque esta opción vital no es algo elegido, sino fruto de una cultura en la que a ellas se las destinaba a tal fin a costa de su libertad. Y, en segundo, porque esta dedicación a tiempo total no está remunerada.

Ni valor ni precio. Esto lleva a lo que ya sabemos pero que no está de más recordar, y es que en una sociedad como la nuestra, hechizada por el dinero, los que no lo tienen estarán sometidos a los que sí. Algo intrínsecamente injusto.

Dice un estudio de este mes de marzo, y hablan las cifras, que 9 de cada 10 personas en situación de inactividad laboral son mujeres que se dedican a cuidar, los hombres inactivos por la misma razón no llegan a 2 de cada 10.

Creo, sin duda, que estos trabajos arduos e interminables deberían estar pagados con equidad, quizá de ese modo los hombres también querrían acogerse a la conciliación familiar. Algo que ahora el 95 por ciento de los hombres rechaza debido a su coste económico y profesional. La cuestión es que se crea un desequilibrio entre la pareja insano para ambos.

Cuidar a los hijos y a los mayores es algo verdaderamente hermoso que nos conecta con el sentido de la vida. Trabajar diez, doce horas diarias es agotador y, según dicen, totalmente contrario a la eficacia y la salud mental. Estos trabajos masculinizados se alargan a menudo por una falta de cooperación entre compañeros, un no darse cuenta de que competir dilata el trabajo y acorta la vida.

Estamos viviendo un quebranto social, empecemos ya a tomar conciencia. A reeducarnos para poder educar en el bien común. No, no parece que lo vayan a hacer los poderes. En nuestras manos está.