«Instagram no es la vida real, lo dejo»

La modelo australiana Essena O’Neill, de 18 años, era una auténtica estrella en Instagram. Con 712.000 seguidores, compartió más de 2.000 fotografías que revelaban una vida idílica. Pero la realidad era otra. O'Neill se había convertido en una esclava de sí misma que sólo buscaba aumentar su número de seguidores y de mostrar una vida que no era real. Por ello, ha decidido poner fin a todo esto y ha decidido abandonar las redes sociales, ha borrado más de 2.000 fotos de su perfil y ha subido un vídeo en Youtube en el que explica sus motivaciones.

En el vídeo, O’Neill sale natural, con un jersey, sin maquillaje, en un sofá corriente, despeinada, con el pelo recogido en una coleta, con acné...

Durante los 17 minutos del vídeo argumenta su decisión, se derrumba, comparte sus sentimientos sus lágrimas. Para ejemplificar su "adicción"recordó una fotografía que subió hace más de un año, en la que posa luciendo un bikini y un vientre perfecto en una playa idílica. La historia verdadera de esa foto es que la modelo tuvo que repetir la foto más de 100 veces para lograr que su vientre apareciera perfecto. “Me hubiera gustado comer bien ese día. Probablemente le grité a mi hermana pequeña hasta que lograra hacer una foto que me gustara”, confesó.

La modelo justificó la eliminación de sus imágenes porque sólo buscaban su auto promoción”. Además, creó la página web Let’s be game changers para ayudar a otros jóvenes a desengancharse de "follows"y "likes". En ella, confiesa sus sentimientos y hace una declaración de principios basada en una alimentación vegetariana, el equilibrio entre la salud física y mental, así como la conservación del medio ambiente.

El vídeo de Youtube con las explicaciones de la modelo ha sido visto por más de un millón de personas en tan sólo 24 horas.