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«Jamás enviaríamos a un compañero a morir... y a mi perro tampoco»

Diesel, la perra policía fallecida en París, ejemplifica la labor de estos canes contra el crimen

A la izquierda, Kenya, junto a sus compañeros en una exhibición policial
A la izquierda, Kenya, junto a sus compañeros en una exhibición policiallarazon

«La vida con un perro policía implican 24 horas con el animal. Nos llevamos el perro a casa y forma parte de nuestra familia. Queremos que nuestro vínculo con el animal sea un vínculo afectivo fuerte». Así explica Javier, agente de la Policía Local de Sant Andreu de la Barca, su relación con Kenya, su compañera canina. El trabajo de Javier con Kenya empieza entre ocho y nueve de la mañana, cuando juntos salen a hacer deporte. Tras un poco de ejercicio cardiovascular comienzan el entrenamiento de la especialización.

«Todo lo hacemos como un juego, pero siempre velando por la seguridad del animal ante todo», asegura el agente. No todo es trabajo para estos perros; como sus compañeros humanos, cuentan con su tiempo de recreo. «Suelen ser perros muy ‘‘peloteros’’, les encanta jugar con la pelota». Los perros policía, denominados K9, forman parte de la familia de su guía, policía que trabaja con ellos, y son animales muy sociables. «Kenya convive en mi casa con mi mujer, mi hijo y conmigo». La muerte de Diesel, la perra policía francesa que murió esta semana en París durante la investigación de los atentados, nos ha recordado la impagable labor de estos animales.

Los agentes quieren que se reconozca a sus compañeros caninos como agentes, ya que a día de hoy, si salen heridos durante el servicio, no se considera como una lesión a un agente de la autoridad. «Kenya, por salvarme la vida cuando me encontraba inconsciente, tras ser agredido en servicio, se puso en medio para evitar que recibiese más golpes y quedó herida», relata Javier sobre el episodio en el que su perra salió herida por defenderle. «Al agresor se le imputan daños como si hubiera golpeado a un agente de la autoridad y a su elemento de trabajo, no a su compañero canino». El gran problema, según comenta el agente, es que en España se considera a los K9 como una herramienta de trabajo no como un agente de la autoridad. «Cuando los perros llevan el peto policial, para mis compañeros de unidad y para mí son un compañero más trabajando. Jamás enviaríamos a un compañero a morir si sabemos que va a morir; a mi perro tampoco». Aunque en su opinión la gente suele pensar que los perros son su avanzadilla, Javier reconoce que él y Kenya son un «binomio de trabajo», y ambos velan siempre por la seguridad del otro.

Javier está a favor de la adopción canina. «Kenya es una perra adoptada, nosotros somos partidarios de la adopción e intentamos buscar siempre perros difíciles de dar a una familia porque tengan mucha energía». Con este ejemplo, quiere concienciar de que no es necesario comprar perros para que trabajen con los agentes.

Rafael Domínguez, presidente y fundador de Retired Dogs 112, ayuda desde su asociación a los perros que han sido miembros de unidades caninas para que una vez retirados sean acogidos en un hogar. Con su trabajo, pretende transmitir el servicio tan importante que estos perros hacen a la sociedad. «Tenemos lista de espera para adoptar perros retirados. La aceptación a nivel social está siendo increíble, muchas familias busca este perfil de perros por el servicio que ha prestado a la comunidad», afirma Rafael.

Retired Dogs 112 no es la única organización que se preocupa por la «jubilación» de los perros policía. APDA Policías por los Animales, es otra asociación que vela por defender los derechos de los perros que han trabajado en unidades caninas de la policía. «La mayoría de veces el perro se queda con su guía tras sus años de servicio», comenta Sònia Pujol, presidenta de la asociación, «estamos trabajando para evitar el sacrificio». Cuando estos perros se jubilan se les busca un nuevo hogar. Para asignarles una familia de adopción «se estudia el perfil de las familias adoptantes, para que sean adecuadas para el perro», comenta Sònia Pujol. La presidenta de APDA nos informa de que en la actualidad son muchos los cuerpos policiales que están apostando por el uso de perros adoptados. «No son de raza, provienen de protectoras», asegura. Tras ser formados, estos se unen a las unidades caninas.

¿Merecedora de la legión de honor?

Diesel es la perra de la Policía francesa que murió el pasado miércoles en el asalto a la vivienda de los yihadistas en el distrito de Saint Denis. Con siete años de edad, Diesel falleció durante la incursión en el apartamento de uno de las terroristas. Desde entonces, las redes sociales se han volcado con mensajes de apoyo, tras conocer la terrible noticia. Ya son más de 18.000 internautas los que han pedido a través de una página de Facebook que el Estado francés condecore con la Legión de Honor a Diesel.