Narcotráfico

El jefe del mayor laboratorio de speed sale de prisión por 30.000 euros

Eric Márquez ganaba más de 1,3 millones al mes pero la Fiscalía ha pedido su puesta en libertad con una fianza, para él, irrisoria. Los agentes antidroga advierten: «Por cosas así están los narcos tan crecidos ahora»

En el laboratorio los agentes encontraron productos químicos en bidones de hasta 1.000 litros
En el laboratorio los agentes encontraron productos químicos en bidones de hasta 1.000 litros La Razón

A pesar de su juventud (el próximo mes de julio cumplirá 34 años) ya había amasado una inmensa fortuna; tanto que si a estas horas luce el sol, probablemente esté tumbado en la cama balinesa que instaló en la terraza de dos plantas de su chalet de Mollet del Vallés (Barcelona). Eric Márquez vivía a todo tren gracias al tráfico de droga sintética: speed, principalmente, aunque la organización que lideraba también movía ketamina, «tusi» o cocaína rosa y anabolizantes. En realidad, no es que se encargaran de distribuirla, es que había logrado los contactos necesarios para traer los precursores a España y fabricarlo él mismo en un polígono de Alcalá de Henares (Madrid).

Pero como no tenía los conocimientos para ello, contaba con la colaboración de un estudiante de Farmacia, a quien apodaban «El Químico». Era él quien, a lo «Breaking Bad», hacía el estupefaciente en la nave de Alcalá. Además, contaba con su madre, que regentaba una tienda esotérica donde echaban las cartas, para distribuir anabolizantes. La rocambolesca historia se enmarca dentro de la «operación Butterfly», desarrollada el pasado mes de junio por la Policía Nacional y, a pesar de que se acordó la prisión provisional sin fianza para 10 de los 13 detenidos en aquellos días, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha cambiado de parecer.

Los investigadores de la Udyco Central, Barcelona, Cantabria y Burgos, con la colaboración de las autoridades francesas, trabajaron durante meses para lograr desmantelar la importante organización que estaba detrás de uno de los mayores laboratorios de speed del país.

Últiles para elaborar los productos
Últiles para elaborar los productosLR

135 kilos

Se incautaron más de 135 kilos de este estupefaciente, 150.000 pastillas, 25 kilos de ketamina, 4 kilos de 2CB («tusi» o cocaína rosa), 900 viales de anabolizantes y más de 1.000 litros de precursores, además de armas de fuego municionadas y casi 40.000 euros en los 11 registros domiciliarios que se practicaron.

La gravedad de los delitos que se imputaba a los miembros del grupo empujó a las autoridades judiciales a enviarlos a prisión. La medida de privación de libertad fue ratificada por el instructor de la causa, el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Alcalá de Henares, quien, dado la magnitud de la causa y las ramificaciones a otras provincias y al resto de Europa, se inhibió a favor de la Audiencia Nacional.

Sin embargo, ahora, el líder, Eric Márquez, a quien apodaban «El Jefe», ha salido de la cárcel por una fianza que para él es irrisoria: 30.000 euros, lo que ha indignado a gran parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, cansadas de este tipo de decisiones judiciales que empañan su duro trabajo diario contra el narco.

En los registros domiciliarios se incautaron de gran cantidad de estupefaciente
En los registros domiciliarios se incautaron de gran cantidad de estupefacienteLR

Y es que el precio en el mercado del speed al por mayor es actualmente de 13.344,41 euros el kilo; lo cual en el caso de Eric, le generaría una ganancia mensual de más de 1,3 millones de euros. Esta cantidad, no obstante, se duplica al distribuirse al por menor, por lo que la cifra ascendería a 2,6 millones de euros.

A pesar de que se enfrentaba a penas de entre 9 y 12 años de prisión (artículo 369 bis del Código Penal) –que avalaría el riesgo de fuga– la fianza que ha tenido que abonar Eric para volver a su casa de Mollet ha sido insignificante. Eso sí, le han retirado el pasaporte y está obligado a comparecer en el juzgado de forma periódica. El propio tribunal de la Audiencia Nacional habla en su auto de un «radical cambio de criterio» por parte del Ministerio Público pero accede a la petición.

El resto de miembros de la organización criminal, a pesar de que tenían mucha menos responsabilidad en la misma, continúan en prisión a la espera de juicio, algo que no parece tener mucho sentido.

Los agentes, indignados

La medida ha indignado especialmente a los agentes que llevan años luchando contra el narcotráfico en todo el país, sobre todo porque no parece que falte mucho tiempo para que se celebre el juicio oral. «Se gasta mucho dinero en estas operaciones, la gente debe saberlo, y a veces sentimos que el sistema judicial no ampara nuestro trabajo. Por cosas como ésta, los narcos están super crecidos y pasan cosas como las de Barbate», se queja un agente antidroga. Y es que esta decisión judicial se tomó precisamente los días en los que Cádiz lamentaba la muerte de dos guardias civiles arrollados por una narcolancha mientras un grupo de individuos aplaudía y jaleaba la acción desde el puerto.

«El principio de autoridad no consiste solo en que respeten a la Policía; también debe venir reforzado por los fiscales y los jueces que, aunque la mayoría de las veces remamos todos en a misma dirección, hay medidas que no se entienden y solo sirven para que ellos, contra se supone que luchamos todos, sientan que les sale rentable delinquir. No solo se ríen de nuestros esfuerzos por perseguirles, es que llegan hasta matarnos con sensación de impunidad», denuncia otro agente.

El resto sigue en la cárcel

Porque, en el caso de la «operación Butterfly» muchos agentes no han comprendido cómo el líder ha conseguido salir de la cárcel mientras que la gente que trabajaba para él sigue presa. «No puede ser que el proceso judicial le vaya mejor al que tiene más dinero y puede pagarse un buen abogado, eso también traslada un mensaje y dice mucho de nuestro sistema», apuntan las mismas fuentes.

Porque el «número dos» de la organización, la persona indispensable para Eric, es uno de los que sigue en la cárcel. Se trata del cocinero, un estudiante de la carrera de Farmacia de 33 años. Es Richard Sáenz, quien se trasladaba hasta la nave de Alcalá de Henares para cocinar el estupefaciente. «El Jefe» había logrado hacerse con los contactos necesarios para transportar desde Países Bajos a nuestros país el aceite de speed mezclado en otras sustancias para elaborar el sulfato de anfetamina.

Durante los registros se incautaron de armas de fuego municionadas
Durante los registros se incautaron de armas de fuego municionadasLR

Primero los dejaba «enfriar» en una «guardería» de Cataluña para que luego, Igor Malo, «El Caletero», los transportara a la nave de Madrid. Una vez que «El Químico» tenía el aceite en bidones de 25 litros procedía a la elaboración del estupefaciente (por cada litro de aceite sacaban tres de anfetamina) aunque, fuentes cercanas a la investigación sostienen que no le tenía del todo cogidas las medidas y hubo partidas que les costó darles salida.

La organización distribuía el producto principalmente en Burgos y Cantabria, ya que es en el norte donde esta droga tiene tradicionalmente mayor clientela. Además de en Cataluña, en ambas provincias han sido detenidos otros miembros encargados del transporte desde Madrid (vehículos lanzadera y con la mercancía) y los responsables de custodiar la droga hasta que le dieran salida. Es el caso de Rubén Grijalvo, un «vecino ejemplar» y sin antecedentes al que difícilmente le relacionarían con la trama pero que, sin embargo, también ha caído.

En el laboratorio tenían bidones de hasta 1.000 litros, lo que demostraba su ritmo de producción
En el laboratorio tenían bidones de hasta 1.000 litros, lo que demostraba su ritmo de producciónLR