La escapada romántica que le costó la vida a Laura

Laura Sanz, la española fallecida en la explosión de París, tenía 36 años y tres de 10, 5 y 3 años

“La veía todas las mañanas cuando iba a dejar a los niños al colegio y siempre tenía una sonrisa en la cara. Era una chica muy buena, alegre, muy abierta y habladora. Es una noticia horrible”. Nadie en la pequeña localidad de Burguillos, donde residía, ni tampoco en Toledo capital, donde trabajaba, se cree aún la mala suerte de la joven Laura Sanz, la española fallecida ayer en una explosión de gas en París. Lo que empezó siendo un romántico viaje sorpresa a la que muchos llaman la ciudad del amor se convirtió en la peor de las pesadillas. Laura se alojaba con su marido, Luis Miguel, en un hotel frente a la panadería que fue el escenario de la tragedia. Ocurrió en la intersección entre las calles Trévise y Sainte-Cécile, una zona céntrica, cercana a importantes atractivos turísticos de la capital francesa. Habían dejado a sus tres hijos al cuidado de los padres de ella para pasar unos días solos en París, su primera vez allí. Solo unas horas antes de encontrarse con el infortunio, Laura se fotografiaba con la Torre Eiffel de fondo, la imagen más buscada por los turistas y una de las últimas que sus seres queridos conservarán de ella. Posa con una sonrisa, un gesto de felicidad habitual en ella, según cuentan sus vecinos a LA RAZÓN.

Laura trabajaba como dependienta en un supermercado del barrio de Santa Bárbara, en Toledo, donde hoy lloran su pérdida. “La veía mucho porque voy allí a comprar cosas para el bar, siempre era muy simpática. Era muy servicial, nos ha dado mucha pena”, comenta el responsable de uno de lo bares de la zona, que además también es vecino de Burguillos. El Ayuntamiento de la localidad ha decretado mañana día de luto oficial “como gesto de solidaridad y cariño” hacia la familia. La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, ha lamentado su pérdida en su cuenta de Twitter. “He podido hablar con su marido y trasladarle como alcaldesa las condolencias de la ciudad de Toledo. Mi solidaridad y apoyo a sus familiares y amigos”, unas condolencias a las que también se han unido el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

Fuentes de la Delegación de Gobierno de la región han asegurado a Efe que la Embajada española intenta agilizar la repatriación de los restos mortales de la ciudadana española fallecida en París, un proceso pendiente de la firma de un juez para el que por ahora no hay fecha prevista. Asimismo, tras las declaraciones del padre de Laura a “El País” en las que aseguraba que los familiares se sentían “totalmente abandonados” por la Embajada. En declaraciones a Ep, un vocal del Ministerio de Asuntos Exteriores ha afirmado que el Consulado General de España en París mantuvo en todo momento el contacto con la familia, incluso el cónsul estuvo presente cuando los servicios médicos comunicaron el fallecimiento de la joven a su madre.

Además de Laura, otras tres personas fallecieron en la explosión. Dos de ellos eran bomberos que se habían desplazado hasta el lugar alertados por los vecinos. El cadáver de la última fue rescatado esta misma tarde de entre los escombros. Otros dos españoles resultaron heridos leves.