Inmigración
La implicación de Marruecos frena la inmigración
Los acuerdos de cooperación con otros países y la construcción de centros de acogida temporal alejan la imagen de saturación de 2018.
Los acuerdos de cooperación con otros países y la construcción de centros de acogida temporal alejan la imagen de saturación de 2018.
Doce meses atrás, el drama de la inmigración irregular en España abría telediarios y era portada de periódicos. El cierre de la Ruta del Mediterráneo Central produjo un cambio de los flujos migratorios que concluyó con el bautizo de la Ruta Occidental –la española– como «la nueva puerta a Europa». En cuestión de meses, la políticas restrictivas de Matteo Salvini y la de «puertas abiertas» de Pedro Sánchez propiciaron que nuestro país fuera el preferido por las mafias para el desembarco de inmigrantes irregulares. En total, 56.844 inmigrantes llegaron irregularmente en 2018, una tendencia que no se repite este año, según los datos provisionales del Ministerio de Interior que reflejan una caída tanto por vía marítima como terrestre.
En lo que va de año, un total de 16.600 migrantes llegaron en patera a las costas españolas, lo que supone un 40,2% menos que en el mismo periodo de 2018, cuando lo hicieron 26.260 personas. En el último mes, continúa la tendencia a la baja que comenzó a reflejarse al comienzo del mes de junio y que no se producía desde el año 2017. Del 1 de enero al 31 de julio de 2019 llegaron a las costas españolas 465 embarcaciones, la mitad que en el mismo periodo del año anterior, cuando lo hicieron un total de 962. La mayoría de las llegadas se produjeron en enero, mes que registró 4.104 entradas irregulares. En febrero, entraron 936 personas; en marzo, 588; en abril 995; en mayo 1.433; en junio, 2.419; y en julio, 2.851. En Canarias y Ceuta, sin embargo, están aumentado las llegadas por mar. En concreto, a Canarias han llegado un total de 455 migrantes, uno más que en los mismos meses del pasado año; y en Ceuta, un total de 279, 16 más que en los mismos meses de 2018. Por otro lado, las entradas por vía terrestre –que incluye saltos a las vallas fronterizas con Marruecos, entradas a través de los bajos de camiones y en maleteros– se redujeron un 7,3%. En lo que va de año suman un total de 3.274 llegadas frente a las 3.959 del mismo periodo del año anterior.
Expertos consultados por LA RAZÓN apuntan a varios motivos para explicar este descenso y la menor publicidad de las llegadas irregulares. Por un lado, la colaboración con otros países –en especial con Marruecos– están frenando la salida de sin papeles hacia nuestras costas y, por otro, la construcción de Centros de Atención Temporal (CATE) está evitando que se repitan imágenes de inmigrantes apilados en polideportivos escolares como las del año pasado. En la retina aún permanece la imagen de los pabellones de Algeciras, San Roque y Cádiz convertido en albergues improvisados y la de inmigrantes durmiendo en las cubiertas de los buques de Salvamento Marítimo que los rescataron porque no había dónde llevarlos.
Paloma Favieres, directora de Políticas y Campañas de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) asegura que «han bajado las llegadas marítimas por el acuerdo con Marruecos y, por la vía terrestre, porque la valla se ha vuelto infranqueable, sobre todo en Ceuta».
No en vano, España batalló para que la UE agilizase el desembolso de 140 millones de euros para que las autoridades marroquíes hagan frente a la situación, una cifra muy lejana a los 6.000 millones de euros prometidos a Turquía en el acuerdo de 2016 y que logró el desplome de las llegadas de los demandantes de asilo sirios a través de las islas griegas. Además, recientemente el Gobierno en funciones aprobó una partida de 30 millones de euros para ayudar a financiar el despliegue de las autoridades marroquíes que luchan contra la inmigración ilegal.
Además, desde CEAR insisten en que «la presión en el Estrecho» repercute en el cambio de punto de llegada de las pateras hacia lugares de la costa mediterránea como Motril y Almería. Sobre el perfil de las personas que llegan de manera irregular aseguran que es muy similar al del año pasado, es decir, flujos mixtos compuestos por refugiados e inmigrantes económicos. Aunque notan «un incremento de llegada» de jóvenes marroquíes que huyen del país, alegando «la obligatoriedad del servicio militar y las revueltas del Rif».
Desde la Organización Internacional de la Migraciones (OIM) insisten en la «prudencia» a la hora de analizar estos datos, aunque coinciden en subrayar que se aprecia cierto descenso que respondería a un momento concreto. Por otro lado, fuentes de la Asociación Unificada de Guardias Civil (AUGC) de Algeciras subrayan «que siguen recepcionado inmigrantes» aunque notan un leve descenso debido, en parte, a las cuestiones climatológicas, ya que «hay temporal de poniente» que azota en el Estrecho. De hecho, critican que los Centros de Internamiento de Extranjeros «continúan saturados» pese a que se ha acelerado la tramitación de las órdenes de expulsión y la falta de medios ya que, en su opinión, cuando se les reclama para cuestiones migratorias «desatienden» las de seguridad.
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