Premios Princesa de Asturias
La oceanógrafa estadounidense Sylvia Earle, Premio Princesa de Asturias de la Concordia
Silvya Earle ha dedicado su vida a la conservación de los océanos. Recibirá el premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Silvya Earle ha dedicado su vida a la conservación de los océanos. Recibirá el premio Princesa de Asturias de la Concordia.
Más del 31% de los recursos pesqueros se sobreexplotan a niveles que no permiten su recuperación; hay más de 400 «zonas muertas» en los océanos, sin el oxígeno necesario para la vida, porque en los últimos 25 años las emisiones de CO2 han calentado los mares más rápido que en la media del siglo pasado; cada año ocho millones de toneladas de plástico se arrojan al mar, lo que provoca la muerte de un millón de pájaros y unos 100.000 mamíferos marinos al año. Y para más inri, se estima que para 2050 en las aguas de nuestro planeta habrá más cantidad de residuos que de peces.
«El océano nos está hablando, antes no lo sabíamos, pero ahora vemos sus señales», advertía, con gravedad, la veterana oceanógrafa Sylvia Earle en la primera Conferencia de los Océanos organizada por las Naciones Unidas el año pasado. Lo denunció ante miles de diplomáticos y expertos convocados por la ONU para escucharla. Porque Sylvia Earle es , sin lugar a dudas, la voz más autorizada en esta materia. Designada «heroína del planeta» en 1998 por la revista «Time» y autora de numerosos documentales para National Geographic, esta mujer dedicada en cuerpo y alma a la investigación y exploración de los fondos marinos y la conservación de los océanos recibirá el Premio Princesa de Asturias de la Concordia el próximo octubre.
Silvya Earle (Nueva Jersey, 1935), que a sus 82 años sigue en activo, acumula más de 100 expediciones por todo el mundo y 7.000 horas de buceo a sus espaldas. Licenciada por la Universidad de Florida y doctorada en la de Duke, Earle ha escrito más de 100 artículos y libros y posee el récord de profundidad en inmersión en solitario (1.000 metros).
Encabezó en 1970 el primer equipo de mujeres «aquanautas» durante el Proyecto Tektite, en el que vivieron durante dos semanas a 18 metros de profundidad en las Islas Vírgenes. Dirigió la Agencia Atmosférica y Marina de Estados Unidos (DOER, siglas en inglés). Ha formado parte de números comités científicos y por su cuenta creó la empresa Deep Ocean Engineering para diseñar, dirigir, apoyar y asesorar sobre sistemas submarinos robóticos.
Ahora el jurado de los Premios Princesa de Asturias le reconocen su lucha incansable por salvar el Planeta. Porque, como ella avisa, «nada en la Tierra puede vivir sin el océano, y lo estamos matando». Al enterarse de la noticia, dijo que acepta «con gusto» la responsabilidad «de ser una voz para el océano, para la naturaleza y para ayudar a lograr la paz entre la humanidad y los sistemas naturales que nos sustentan», al tiempo que aseguró sentirse «profundamente honrada» de recibir el premio.
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