Enfermedades
La «suerte» de contagiarse del VIH defectuoso
Cinco pacientes contrajeron una versión ineficaz del virus y no necesitaron tratamiento en 30 años.
Cinco pacientes contrajeron una versión ineficaz del virus y no necesitaron tratamiento en 30 años.
Fue cuestión de suerte... pero con toda una base científica detrás. Cinco pacientes que contrajeron el VIH a principios de los años ochenta en Madrid han vivido los últimos 30 años sin necesidad de recibir un tratamiento. No consta que tuvieran relación entre ellos, ni que se contagiaran de las mismas personas. ¿El motivo? Todos ellos «heredaron» un virus defectuoso. Algo que hasta ahora no se había constatado.
La investigación, publicada ayer en la revista «mBio», ha corrido a cargo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), la Universidad de La Laguna de Tenerife y el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa de Barcelona. Como afirma a LA RAZÓN Cecilio López Galíndez, investigador del ISCIII que ha participado en la investigación, el hallazgo es fruto de una labor de 20 años, en las que se ha hecho un seguimiento a estos pacientes y se ha «desmenuzado» el virus.
«Estos cinco pacientes llevan una vida completamente normal. Desde siempre sabían que estaban infectados. Han sido muchos años de seguimiento. El centro médico al que acudían contactó con nosotros a principios de los años noventa para comunicarnos los casos. Con todo, se siguen sometiendo a controles cada seis meses o un año», asegura.
¿Qué es lo que ha ocurrido? Los infectados por VIH lo están de por vida. Sin embargo, existe un 1% cuyo organismo no permite a la infección avanzar, pese a que jamás han tomado tratamientos antirretrovirales. Son lo que se conoce como pacientes «no progresores a largo plazo»: personas que llevan más de 10 años infectadas y que mantienen un elevado número de células CD-4 –las que atacan al VIH– en su cuerpo, de forma que jamás han mostrado síntomas. Y dentro de este grupo, están los «controladores de élite», aquellos cuyo nivel de virus en su sangre es tan reducido que es indetectable. Este es el caso de los cinco pacientes estudiados.
¿Cómo se convirtieron en «controladores»? Hay tres motivos: la genética, el sistema inmunitario o las características concretas del virus con el que se infectaron. Éste último fue su caso: la proteína que envolvía los virus presentaba un defecto que les impedía «pegarse» a las células sanas, de forma que presentaba un mecanismo de infección y replicación muy ineficaz. De ahí que su sistema inmunitario pudiera controlarlo sin problemas. Además de las propiedades del VIH defectuoso, el estudio también demuestra que sus características pasan de una persona a otra.
¿Podría dar pie este descubrimiento a nuevos tratamientos? López-Galíndez asegura que «se abre una línea de investigación para una potencial vacuna terapéutica, pero más como un planteamiento científico. Es algo de lo que aún estamos muy lejos». Julià Blanco, investigador del IrsiCaixa, cree que el próximo paso sería «estudiar cómo podrían usarse estos virus defectuosos para generar anticuerpos que podrían formar parte de potenciales vacunas preventivas.
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