Educación
La UNED rechaza devolver la matrícula a un alumno con cáncer
Gonzalo Muñoz es funcionario del Gobierno Foral de Navarra, diplomado superior en Criminología y uno de los 180.000 estudiantes de la UNED, la universidad más grande de España.
Gonzalo Muñoz es funcionario del Gobierno Foral de Navarra, diplomado superior en Criminología y uno de los 180.000 estudiantes de la UNED, la universidad más grande de España. Con la llegada de la crisis sintió la necesidad de formarse aún más. «Quería saber si todo lo que nos cuentan es verdad y quería formarme mi propia opinión, así que decidí estudiar Ciencias Políticas», dice Gonzalo. En septiembre pasado formalizó su matrícula. Este año estaba dispuesto a aprobar nueve asignaturas de segundo y tercer curso que le supusieron un desembolso de 685,44 euros. Sus planes, sin embargo, se torcieron el 20 de diciembre cuando, tras varias consultas médicas, le diagnosticaron un carcinoma de próstata que le obligaba a someterse, de manera urgente, a una intervención quirúrgica y a un posterior tratamiento de quimioterapia. «No me lo esperaba. Fue un gran susto porque me planteaban una cirugía radical. Sentí como si de repente me borraran el ''disco duro'' de mi cabeza». Ahí empezó un calvario sanitario, pero también administrativo con la Universidad de Educación a Distancia, que dura hasta hoy. «Opté por someterme a un tratamiento de braquiterapia el 18 de febrero. En la intervención me aplicaron la radioterapia interna que necesitaba... Y no me encuentro con fuerzas... Estos tres primeros meses de tratamiento están siendo muy complicados, me canso mucho, tengo episodios de dolor en las zonas afectadas y también sufro espasmos muy dolorosos. Si fuera a examinarme en la convocatoria de junio, ya que he perdido la de febrero, en las dos horas de un examen tendría que salir cuatro o cinco veces por lo menos y me niego a ponerme un pañal para evitarlo. Elegí la braquiterapia frente a la cirugía radical por estos graves inconvenientes al rehacer mi vida diaria.».
A raíz de esta circunstancia, Gonzalo decidió solicitar a la UNED que le guardaran la matrícula hasta el curso siguiente. «Yo no quería que me devolviesen mis 600 euros, simplemente quería que no me corriese convocatoria, pero me dijeron que esa fórmula no existía, que pidiera la anulación». Así, Gonzalo emprendió paralelamente una doble pelea con su enfermedad y con la UNED, con la que se vio envuelto en un laberinto burocrático en su intento por que, al menos, le anulasen la matrícula, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Presentó recursos de alzada y de reposición, su caso fue visto por el mismo rector y hasta el delegado general de estudiantes de la UNED, Fernando Pérez, presentó un escrito al Consejo de Gobierno para tratar su caso, pero finalmente se le acabó denegando todo: ni se le ha permitido guardar la matrícula ante una situación excepcional como ésta, ni tampoco la universidad ha accedido a anulársela ni devolverle el dinero.
«No procedente»
El rector, Juan A. Jimeno, se negó a atender la petición de Gonzalo con el argumento de que la UNED «no recoge causas sobrevenidas por motivo de enfermedad» para anular y devolver la matrícula. Más aún, argumenta que precisamente «la metodología de la UNED está especialmente enfocada para que aquellos estudiantes que por sus propias circunstancias personales, bien sean laborales, de salud o de discapacidad, puedan gozar de las mismas oportunidades que el resto de los estudiantes; es decir, que un estudiante que por razones de salud no pueda acudir a una universidad presencial, tiene a la UNED a sus disposición». Es por todo esto por lo que «el Rectorado considera no procedente acceder a las pretensiones del interesado», sentenció en una carta del pasado 4 de marzo. «No entiendo por qué la UNED no regula situaciones excepcionales como la mía, como ocurre en otras universidades. Ahora me quedan las convocatorias de junio y septiembre y mi ilusión sería poder presentarme a alguna asignatura, pero creo que no llego, no me encuentro bien».
Un derecho de los alumnos
La UNED es una de las pocas universidades españolas que carecen de normativa que regule situaciones excepcionales sobre matriculación en el caso de una enfermedad sobrevenida para un alumno. De ahí que su delegado nacional de estudiantes Fernando Pérez, solicitara la incorporación de criterios para casos como el ocurrido a Gonzalo. Así, el pasado 23 de febrero solicitó al Consejo de Gobierno de la universidad que se incluya en normativa de la matrícula «el derecho a la anulación de la matrícula total o parcial, fuera de los límites temporales establecidos al respecto, según solicite con derecho de devolución de tasas en supuestos de enfermedad grave debidamente justificada y en caso de accidente grave, también justificado».
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