Violencia de género
Niños maltratadores: Hasta 266 en 2017
La cifra de menores enjuiciados se ha duplicado en dos años. En el 93% de los casos hubo imposición de medidas contra ellos. Al menos dos adolescentes fueron agredidas cada día durante el pasado año
La cifra de menores enjuiciados se ha duplicado en dos años. En el 93% de los casos hubo imposición de medidas contra ellos. Al menos dos adolescentes fueron agredidas cada día durante el pasado año.
Si desde diferentes organismos e instituciones se lleva alertando en los últimos tiempos de nuevas formas de machismo que calan entre los más jóvenes –micromachismos, violencia de control, etc–, los últimos datos revelan que la violencia, verbal o física, también está en aumento entre los menores. En 2010, primer año desde que el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) contabiliza los casos protagonizados por adolescentes, el número de menores enjuiciados fue de 139. En 2013, pasaron a ser 151. En 2016, se dio un salto considerable hasta los 179. Pero el pasado año, cuyos datos fueron presentados ayer por el Observatorio, se dio el mayor aumento interanual: 266. No es sólo un aumento de casi el 50% con respecto a 2016; supone un aumento del 91% desde que se disponen de datos. Muy cerca del doble. Hubo imposición de medidas en el 93,6% de los casos –210 de los condenados eran españoles y 39 eran extranjeros–.
¿Y las víctimas? El número de menores fue de 665, en el caso de las de nacionalidad española, y 202 las extranjeras: más de dos víctimas cada día. Así, las adolescentes españolas constituyen ya un 1,7% del total de mujeres agredidas. Hasta 96 chicas recibieron órdenes de protección en los juzgados de guardia.
¿Significan estas cifras que se producen más casos o que se visibilizan más? Como explica a este diario Javier Martínez Derqui, juez del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 7 de Madrid, un motivo no excluye al otro. «Personalmente no creo que haya más casos. El mayor número de denuncias pone de manifiesto que cada vez más mujeres visibilizan una situación que está ahí», explica a este diario. «Principalmente responde a una mayor visibilidad», coincide Pilar Martín-Nájera, Fiscal de los Juzgados de la Violencia de Género de Málaga. «Las mujeres están empezando a identificarlo cada vez a edades más tempranas y ya no rechazan la denuncia. Antes era muy difícil que se denunciara por parte de las jóvenes. Para ellas era más difícil darse cuenta. Pero una vez que lo identifican, también tienen mayor capacidad de reacción. Además, cada vez hay mayor concienciación social», añade. Con todo, «son datos que no dejan de preocupar». ¿Las causas instruidas por los Juzgados de Menores? Pueden ser agresiones físicas, pero también casos de acoso, amenazas e insultos o incluso de control de los teléfonos móviles.
Pero también hay otros motivos. Para Javier Urra, ex Defensor del Menor y Académico de Número de la Academia de Psicología, «no se está educando a los jóvenes en la frustración. Un 75% de ellos se va a separar. ¿Se les está preparando para la ruptura? La respuesta es no», explica. Rupturas, por cierto, «que antes quedaban dentro de la pareja o en un grupo reducido de amigos, pero que hoy se comparten en la red». Urra ha analizado todas estas cuestiones en su libro «La huella del dolor» (Ed. Morata).
Del mismo modo, el psicólogo recuerda que «el 33% de los jóvenes considera que los celos son una prueba inequívoca de amor. Así, no son pocas las chicas que, si el novio dice que se desnude y que le mande su foto por la red, lo va a acabar haciendo. Algo que está preocupando mucho a la Policía». Y tampoco hay que olvidar una frase que escucha en boca de muchas adolescentes: «Me acuesto con él, pero no quiero. Si no lo hago, él se irá con otra». «Muchos adolescentes tienen una idea del amor muy bidireccional: ''Si yo te quiero a ti, tú me tienes que querer a mí''», afirma el experto.
Y es que «es cierto que a los jóvenes les parece que la violencia de género es muy grave... pero creen que es un problema de los mayores. Si a una chica le dice su novio: ''Llámame cuando llegues pero desde casa, para que sepa que de verdad estás ahí'', muchas veces ella dice: ''Lo hace porque me quiere''. Algo mal tenemos que estar haciendo. Y mi previsión es que no va a ir a mejor».
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