Le muerde un tiburón, se cose la herida y se va de cañas

James Grant, un médico residente, se fue de pesca submarina con un grupo de amigos cerca de Colac Bay en Nueva Zelanda, cuando fue atacado por un tiburón. El joven estaba a dos metros de profundidad, en un lugar donde el agua estaba bastante turbia, y notó un tirón en la pierna. En un principio pensó que se trataba de una broma pesada de uno de sus amigos, pero cuando miró hacia atrás se llevó la desagradable sorpresa. "No tengo ni idea del tamaño que tenía. Lo único que pensé es que tenía que quitármelo de la pierna", declaró a Radio Nueva Zelanda. En ese momento, cogió un cuchillo que llevaba guardado y le apuñaló varias veces hasta que le soltó. Rápidamente nadó hasta la orilla y se sentó en una roca, se quitó el neopreno y vió la mordedura, de 5 centímetros de lago. Gracias a su preparación como médico, cogió un kit de primeros auxilios se cosió la herida y se marchó con sus amigos a una taberna, donde le proporcionaron un vendaje y aprovechó para tomarse una cerveza. Después, acudió al hospital, en el que trabajaba, le revisaron la herida y se marchó a casa porque dos días después tenía que volver a trabajar. Y lo hizo.