Sí a la vida
«Lo progresista no es eliminar la vida humana»
Los obispos alertan de la «mentalidad egoísta» que se ha arraigado en la sociedad española
La Conferencia Episcopal Española ha alertado de la «mentalidad egoísta y antivida que se ha arraigado en profundidad» en la sociedad española y ha instado a un cambio porque «una sociedad que abandona a los niños y que margina a los ancianos corta sus raíces y oscurece su futuro». Los obispos han hecho esta reflexión en un documento elaborado por la Subcomisión Episcopal de Familia y Vida con motivo de la Jornada por la Vida que se celebraba ayer y que ha sido motivo de que se celebren vigilias en distintos puntos de España.
Se trata del primer documento que ve la luz desde que Ricardo Blázquez es presidente de la Conferencia Episcopal Española. Los obispos recuerdan en el escrito, parafraseando al Papa, que «no es progresista pretender resolver los problemas eliminando la vida humana». Y no sólo lo dicen por cuestiones puramente económica, que también, ya que recuerdan que «la disminución de los nacimientos, a veces por debajo del llamado índice de reemplazo generacional, pone en crisis incluso a los sistemas de asistencia social, aumenta los costes, merma la reserva del ahorro, los recursos financieros necesarios para las inversiones... Disminuye la reserva de "cerebros"». A otros niveles, lo verdaderamente «grave» es la «mentalidad egoísta y la mentalidad anticonceptiva, hedonista e irresponsable respecto a la sexualidad», dicen echando mano de una de las encíclicas del beato Juan Pablo II.
Es por esto por que instan a un cambio que permita «donarse al otro: a la esposa o esposo, a los hijos, a los ancianos, donarse al que sufre...». En concreto, reparan en los ancianos que «son los que nos traen la historia, la doctrina, la fe y nos dan la herencia».
Los obispos de la subcomisión episcopal llaman la atención sobre el valor y la dignidad de la maternidad y la vida humana y lamentan el «feminismo radical y la ideología de género».
De paso, también critican la corriente ideológica «pseudoigualitaria» que, a su juicio, conlleva la errónea concepción de que «el hijo es sólo responsabilidad de la madre», cuando consideran que «es esencial recuperar la figura del padre». Más aún, critican la idea del «hijo único», que está provocando severas dificultades en la socialización del individuo, de tal manera que tras dos generaciones de hijos únicos, no sólo han desaparecido los hermanos, también los tíos y los primos y «la soledad puede volverse atronadora».
Es por esto por lo que invitan a la defensa del «concebido y no nacido» y a buscar y facilitar soluciones que eviten llegar al extremo terrible del aborto». Con motivo de la jornada por la vida, se realizó un cartel con el lema «Sí a la vida, esperanza ante la crisis», que permite transmitir un mensaje positivo con una foto de un recién nacido en un contexto de malas noticias. Esta celebración ha motivado que se celebren actos en toda España.
El arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, presidió ayer una vigilia por la vida en la catedral vallisoletana y, poco antes, tuvo lugar el rezo del Rosario, dirigido por la delegación diocesana de Familia y Vida. La Delegación de la Archidiócesis de Toledo también organizó actos, entre los que se encuentra la tercera «Campaña Bebé 2014» con recogida de pañales y leche; un encuentro con sanitarios, conferencias, una vigilia diocesana y un rosario, todos ellos dentro del «Mes de marzo, mes de la vida» en Toledo y Talavera de la Reina.
El arzobispo de Santiago de Compostela, monseñor Julián Barrio, escribió una Carta Pastoral con motivo de la celebración de ayer en la que alude a que «la grandeza de la humanidad consiste esencialmente en respetar, cuidar, amar y servir a la vida, a toda vida humana sean cuales fueren las circunstancias, desde el instante de su concepción hasta la muerte natural. El auténtico progreso es favorecer la vida», aseguró coincidiendo con la jornada que se celebraba ayer coincidiendo con la fiesta litúrgica de la Encarnación.
Vigilias de oración
En la misiva el arzobispo reconoce el papel de la mujer. Por ello aprovechó la ocasión «para agradecer la dedicación de muchas personas que, tanto en instituciones eclesiales como civiles, trabajan incansablemente, apoyando y acompañando a las personas en dificultades, y en particular a las madres gestantes».
En Santiago, se hizo una vigilia de oración en la compostelana parroquia de San Fernando, a la que acudieron muchos jóvenes y en la que estuvo presente el obispo auxiliar de Compostela, monseñor Jesús Fernández González. Para este domingo, día 30, está programada una concentración. Un acto que se aprovechará para reclamar a las administraciones políticas activas y eficaces de protección a la maternidad y a la familia, un apoyo real a la mujer embarazada que le permita ejercer su derecho a tener hijos y un compromiso público con la maternidad.
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