Los narcos habían bautizado su barco como “Imagine” para traer cocaína de Brasil a España

Guardia Civil y Policía desmantelan una banda de narcotraficantes que transportaban cocaína entre Brasil y España.

La embarcación se llamaba “Imagine” y sus propietarios, que se hacían pasar por navegantes de altura, la utilizaban para transportar cocaína entre Brasil y España. Una operación en la que han participado diferentes unidades nacionales y extranjeras, entre ellas la Policía y la Guardia Civil, ha acabado con esta vía para introducir la droga y ha detenido a los cinco miembros de la red.

En el momento de ser capturados, trataban de introducir en España más de media tonelada de cocaína y otras sustancias estupefacientes mediante habitáculos ocultos alojados en la embarcación de recreo, propiedad de una empresa holandesa registrada a nombre de uno de los integrantes del grupo criminal. Dicha investigación se inició con motivo de un Auxilio Judicial Internacional que se inicia en virtud de solicitud de Cooperación Internacional de otros. Los investigadores han comprobado que a lo largo del año pasado los miembros de la red celebraron reuniones en Barcelona, Valencia, Huelva, Granada y Las Palmas de Gran Canaria. Asimismo, se comprobó que tenían conexiones internacionales en Países Bajos, Estonia, Brasil, Reino Unido y Portugal.

En mayo de 2018, los detenidos pusieron a punto el “Imagine” en el puerto de Valencia. Procedieron a su aprovisionamiento, con carácter previo a iniciar una navegación que tuvo como itinerario Valencia y Las Palmas de Gran Canaria (España), Fortaleza, Natal, Salvador de Bahía,Río de Janeiro; y, de regreso, hasta las islas Azores (Portugal), donde fue el barco fue intervenido por las autoridades policiales de Portugal a petición de España y Países Bajos.

Los presuntos delincuentes consideraban que España era el territorio idóneo desde el que materializar las actividades de transporte y utilizar como puerta de entrada a Europa de las sustancias estupefacientes pretendidas para su tráfico, si bien era en los Países Bajos donde sus miembros residían y enfriaban la operativa hasta hallar el momento adecuado para ser ejecutada, la cual ha requerido casi dos años.

Como medidas de seguridad, se conoce que la organización disponía de teléfonos especiales utilizados exclusivamente para materializar sus actividades criminales, hecho que dificultó enormemente tanto la labor policial como su seguimiento a través de los países a los que viajaban para avanzar la operativa. Asimismo, se detectaron innumerables desplazamientos por vía terrestre, marítima y aérea, utilizando siempre aeropuertos y puertos diferentes en su origen y destino, viajando siempre separados para evitar ser relacionados, y modificando continuamente y de manera repentina e improvisada las rutas declaradas a las autoridades marítimas de los países bajo cuya jurisdicción navegó la embarcación. Trataban en todo momento de interponer elementos de distracción. El pasado 10 de julio, mediante diferentes herramientas de cooperación internacional a nivel judicial y policial entre países involucrados, y tras detectar el desplazamiento de la embarcación con rumbo a Europa, se ejecutó una actuación policial coordinada que tuvo por objeto la interceptación de la embarcación y sus ripulantes, obteniendo como resultado la detención hasta ahora de cinco personas como integrantes de la organización criminal (una nacionalidad estonia, una británica y dos holandesas). Se han practicado siete registros domiciliarios e intervenido la embarcación, evidencias electrónicas y digitales, media tonelada de cocaína, 520 gr de cristal, un arma de fuego 9mm con el número de serie borrado, así como dinero en efectivo y material náutico (documentos, cartas náuticas, GPS y teléfonos satélite).