Los Reyes visitan varias casas de Sant Llorenç des Cardassar y conversan con los vecinos

"El mensaje que nos llevamos, en un día tan especial como hoy, es un enorme orgullo por la solidaridad", ha incidido el Rey, insistiendo en que está "muy impresionado"y en que "toda España está muy pendiente"de Mallorca.

Nada más llegar al punto de emergencias de San Llorenç, resulta complicado aparcar. Son las 08:20 de la mañana y se nota que va a haber más voluntarios incluso que en los días previos. A las 10:00 de la mañana habían llegado ya 900, cuando el día anterior eran unos 700. Lo explica Jaume, el coordinador. «Estamos cubriendo la necesidad que nos llega. Si viene un vecino y nos lo dice van voluntarios con Protección Civil. No puedo valorar en cuánto tiempo se puede llegar a limpiar el pueblo, pero vamos rápido. De ayer a hoy hay una notable diferencia», indica. Se apuntaron 900, pero también hay primos y amigos que no dudan en tirar entre diez para sacar un vehículo destrozado por la riada. En total, ayer fueron más de 1.300, según el 112. A ellos se unieron por la tarde los Reyes, que recorrieron las calles del pueblo para mostrar su solidaridad con las víctimas y conversar con los vecinos afectados.

«Somos de Palma, pero tenemos un primo que es de aquí. Está bien. Tuvieron suerte porque la casa es de dos pisos y subieron, si no... Hoy que es festivo hemos podido venir», dicen dos familiares. «Nosotros vamos por las casas, por las calles hay mucha gente. Hay casas solo con dos personas trabajando», añade un amigo de ellos. Aunque también hay viviendas con una decena de voluntarios dentro. Depende de la necesidad.

«Las labores de limpieza van muy rápido», asegura el alcalde de Sant Llorenç des Cardassar, Mateu Puigrós. «Ha venido la UME y ha estado limpiando durante 48 horas de forma ininterrumpida, por la noche también. Cada día ha habido más de 500 voluntarios. Hoy, por ser festivo, debe haber unos 2.000. De hecho, hemos tenido que pedir que no vengan más porque no podemos organizarlos».

Esta oleada de solidaridad contrasta con los pequeños hurtos. A pesar de que se trata de hechos aislados, un agente de la Policía Local nos explica que durante la noche anterior «hubo pillaje. Poca cosa porque está todo vigilado, pero lo hubo», dice con tono de disgusto, aunque se queda con que «el pueblo ha cambiado mucho de un día a otro». Un hecho que confirma el alcalde: «Por las noches hemos notado cierto pillaje, tampoco de demasiada trascendencia. Fue de gente, no vecinos, que viene a propósito para esto, que aprovecha estas ocasiones, como cuando hay un accidente en la carretera y te roban la cartera o el móvil», asegura Puigrós. Y es que, como afirman desde la Guardia Civil, «algo de pillaje ha habido, pero muy poco. Mil voluntarios y dos sinvergüenzas». Otro agente hace hincapié en que fue leve, «uno que quería llevarse la radio de un vehículo y poco más».

Miles de voluntarios

En cualquier caso, este pillaje contrasta con el clima que reina en el pueblo. Si los voluntarios vienen a ayudar, los vecinos que pueden ofrecen todo lo que tienen a los voluntarios. A medida que el calor empieza a ser cada vez más fuerte, unos jóvenes nos ofrecen fruta y bebida. Damos unos cuantos pasos, y vemos a un grupo de chicas de entre 14 y 15 años haciendo lo mismo. «Lo están aportando desde Espacio 36, que es un teatro, y también ayuda Hotel Spa. Están facilitando que la gente se pueda quedar a dormir, y los vecinos están trayendo mantas, ropa, comida y bebida para ayudar a los que nos vienen a ayudar a nosotros», nos cuentan en el pueblo arrasado por la riada.

Ese ambiente también se respira en el ayuntamiento, porque a pesar de ser festivo, el consistorio ha abierto sus puertas. «Mañana también lo haremos, el domingo quizá no. Pero si se necesita, por su puesto», asegura Puigrós, que explica que «los vecinos pueden acercarse a partir del lunes al ayuntamiento para decir los daños que tienen en las viviendas. Ya pueden hacerlo para los trámites que tengan que hacer y habrá aquí información sobre casas de seguro. A partir del lunes, se podrán empezar a tramitar los daños que no están cubiertos por el seguro por ser zona catastrófica, porque ya se ha nombrado desde Madrid. Y del Gobierno nos van a mandar dos personas el tiempo que haga falta para las tramitaciones de estos daños. Hay casas que no tienen nada: están destrozas, sin muebles ni nada. Nos ofrecieron 200 habitaciones en Cala Mayor, pero no se han ocupado porque los vecinos se han reubicado en casas de familiares y de amigos».